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Según el FMI, las políticas del BCE pueden afectar a aseguradoras

Un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer ayer un duro pronóstico para la Argentina. Sostuvo que habrá que esperar por lo menos hasta 2017 para que se produzca un crecimiento efectivo en la economía del país. Lo más alentador que pronostica al respecto es una agónica recuperación de apenas 0,1% para el año próximo, lo que equivale a un registro virtualmente ínfimo de actividad, así lo publicó La Nación en una nota.

En Argentina, puntualmente el documento incluye, una previsión de inflación del 18,6 % frente al 27% que están midiendo las consultoras privadas. La inflación proyectada es la segunda más alta para la región, superada sólo por la Venezuela, para la que prevé un costo de vida de 96,8% para este año.

Hay muchas fuerzas complejas operando sobre la economía global», dijo el economista jefe del organismo, Olivier Blanchard, al presentar el documento en una conferencia de prensa. «Lo que se observa para América latina es un pronóstico apagado», sostiene luego el documento al presentar la perspectiva global, donde una de las principales alertas está puesta sobre el retroceso de la actividad en Brasil. «Es Brasil el que está lastrando en buena medida lo que pasa en la Argentina», dijo luego a La Nación uno de los técnicos familiarizados con el enfoque del organismo.

En lo que se refiere a este año, la previsión es una contracción del 0,3%. Con su sombrío augurio, el dato encierra, por lo menos, una revisión mejorada de la anterior proyección, según la cual el retroceso llegaría al 1,5%, como informó en octubre pasado.

Se proyecta que en la Argentina el crecimiento será ligeramente negativo en 2015, y que la caída de la inversión y las exportaciones se verá compensada, en parte, por un gasto público más fuerte y un mayor consumo privado», señaló el documento.

A su vez, el informe de Estabilidad Financiera Global Global del FMI advierte del desafío que la política de bajos tipos de interés impuesta por el Banco Central Europeo (BCE) representa para algunos agentes económicos, especialmente para las aseguradoras. El director del Departamento de Asuntos Monetarios, José Viñals, explica que un periodo prolongado de tipos de interés cercanos a cero podría provocar que una cuarta parte de las aseguradoras no alcanzara los niveles mínimos de capital. “Las compañías de seguros europeas de tamaño mediano que tengan un balance débil podrían afrontar un riesgo creciente de quiebra”, señaló el director según la fuente FIDES.

Este es un ejemplo importante de la rotación de los riesgos de los bancos a las entidades no bancarias”, comenta Viñals y recuerda que la industria aseguradora europea gestiona una cartera de activos que sobrepasa los 4,4 billones de euros, y que muchas de las compañías tienen una alta y creciente interconexión con el sector financiero, lo que aumenta el riesgo de que se produzca un efecto contagio.

Por el contrario, el informe semestral sobre la estabilidad financiera también señala que estos bajos tipos de interés benefician a las familias hipotecadas, a las empresas y a las administraciones endeudadas.

El informe indica que las aseguradoras de Vida europeas, que poseen cerca de 20% de los bonos soberanos de la Unión Europea, cuentan con pocos incentivos para vender estos activos al Banco Central Europeo, en parte debido a la regulación al respecto pero también por sus debilitados balances. El FMI considera que en un entorno de tipos de interés bajos, el modelo de negocio de muchas de estas aseguradoras es insostenible.

 

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