Staff Médico, una empresa de mediano porte pero de larga trayectoria en el mercado de la medicina prepaga, se encuentra muy cerca de cerrar su venta a SanCor Salud, nacida de SanCor Cooperativas Unidas -vale aclarar que nada tiene que ver con el Grupo Sancor Seguros ni con su empresa de medicina prepaga, Prevención Salud-.
Según informa el diario El Cronista, las negociaciones estarían muy avanzadas y encaminadas. El proceso comenzó hace casi un año y si bien se desconoce el monto en el que se cerraría la operación, las fuentes consultadas por ese medio no descartaron que los compradores accedieran también a la posibilidad de hacerse cargo a cubrir algún rojo que pudiera tener la empresa, como parte de la negociación.
Sucede que Sancor Salud tiene intenciones firmes de continuar creciendo en el sector, en parte a base de este tipo de operaciones. Si finalmente se concreta la compra, tienen previsto realizar una suerte de relanzamiento de Staff Médico y, por el momento, no figura entre los planes la posibilidad de eliminar la marca, muy reconocida en el mercado.
Por su parte, Staff Médico cuenta actualmente con cerca de 15.000 afiliados y, como a la gran mayoría de los empresarios del sector, las condiciones económicas desde hace ya tiempo les complican la ecuación, motivo por el cual decidieron aceptar la propuesta del SanCor Salud.
Ambas compañías cuentan con una longevidad similar. Staff Médico nació el 4 de agosto de 1976 de la mano de Adolfo Dávila y Pablo Giordano, quien hoy preside la empresa y que en 1997 también pasó a comandar la Asociación de Entidades de Medicina Prepaga (Ademp). SanCor Salud, en tanto, fue fundada en 1973 y en la actualidad atiende a cerca de 180.000 asociados, con la particularidad de que también ofrece cobertura en segmentos como turismo, subsidio por fallecimiento y sepelio y ayuda económica.
Esta operación se enmarca en un contexto en el que los empresarios de la medicina privada afirman desde hace tiempo que la realidad que les toca vivir es compleja. Las pautas salariales, la gran cantidad de insumos en dólares que deben comprar y la falta de un plan concreto para incrementar las cuotas de sus servicios, aparecen como los grandes culpables de esta realidad.
Ante esta situación varias empresas decidieron dar un paso al costado y, en el mejor de los casos, aceptaron la propuesta de venta que llegó de algún rival interesado en su cartera.