El fenómeno de las inundaciones causa devastación, daños económicos y pérdidas de vidas humanas. Un trabajo realizado por el Banco Mundial demuestra estadísticamente como la evolución del crecimiento demográfico, la concentración de la población en las grandes urbes, la falta de infraestructura hídrica adecuada, la baja concientización de los ciudadanos en el cuidado y prevención de riesgos sumados al cambio climático que evoluciona con rapidez y en forma creciente ha generado enormes catástrofes de inundaciones en muchos países latinoamericanos y en el mundo.
Existen dos efectos en las inundaciones:
- El efecto directo de corto plazo, que consiste en los daños directos generados por la inundación (pérdidas económicas, pérdidas de vidas, daños graves a infraestructuras, etc.)
- El efecto indirecto de largo plazo, que consta en enfermedades, mala nutrición, menores oportunidades educativas en las áreas afectadas, pérdidas de medios de vida (puestos de trabajo que no pueden recuperarse luego de que las fábricas o comercios que los emplean han sido desvastadas por la inundación)
Estos últimos efectos son difíciles de evaluar y medir, sin embargo son los que más daño causan, ya que dejan erosionada la capacidad de resiliencia de quienes lo han padecido que generalmente se hayan expuestos esporádicamente a inundaciones de distinta intensidad.
Según los estudios científicos basados en la evolución de las inundaciones en el último siglo en Latinoamérica, serán más frecuentes las inundaciones y las sequías. Ambos eventos extremos podrán en jaque a los países que no tomen en serio sus consecuencias a largo plazo no sólo en el aspecto macroeconómico de un país, sino también en el aspecto microeconómico y social.
Las medidas de gestión de inundaciones suelen ser típicamente analizadas como estructurales y no estructurales. Un sistema ideal de acción frente a las inundaciones incluye:
- Disminución de la vulnerabilidad social
- Sistemas de alerta temprana
- Controles en el desarrollo y asentamientos urbanos
- Control de los sistemas de drenaje
- Defensas contra inundaciones
- Reconstrucción de ecosistemas naturales
- Sistema de aseguramiento de los riesgos
Gestión Integrada del Riesgo de Inundaciones en Argentina
En el año 2004 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires formuló un plan maestro de drenaje urbano integral, este plan fue financiado por el Banco Mundial y participaron un pool de compañías y consultoras nacionales e internacionales.
Los proyectos de protección contra inundaciones en la Argentina se diseñan dando poca consideración al financiamiento de los costos recurrentes y del apoyo institucional necesario para mantener los activos una vez construidos.
Hay una inadecuada recolección de desechos sólidos que compromete el rendimiento de los sistemas de drenaje es un desafío aun encontrar soluciones efectivas a este problema.
Deben mejorarse las coordinaciones entre instancias gubernamentales para mejorar la eficiencia y efectividad de la implementación.
Soluciones asegurativas a futuro y el caso de La Plata
Existen varias maneras en que se puede ofrecer cobertura de seguro contra inundaciones. La experiencia internacional demuestra que el acoplamiento automático de coberturas como por ejemplo de una cobertura de incendio con adicional de inundación, huracán, vendaval, ciclón y tornado es la más sencilla y eficaz.
Para que el seguro funcione y las reaseguradoras y aseguradoras locales que participen se interesen en el aseguramiento del riesgo, obviamente no harán una anti-selección de los mismos (lo que implicaría asegurar solamente lo inundable), sino que deberá realizarse u seguro que ampare toda la Provincia de Buenos Aires, cubriendo todas las áreas, las inundables y las que no lo son de modo de las primas de las áreas no afectadas por la inundación y por ende “primas de bajo riesgo o nobles” ayuden a compensar las pérdidas estimadas y de probable acontecimiento de las áreas ya afectadas por inundación o “primas de alto riesgo”.
El peligro de las inundaciones es complejo de estimación y generalmente las personas suelen subestimar los efectos de las mismas si no padecen sus resultados en carne propia (por vivir en áreas inundables o por haber vivido algún evento de inundación en el pasado).
Por ende si desde el Estado Provincial se fomenta la constitución de una cobertura de seguro la misma deberá ser de gestión compulsiva, ya que nadie que no esté afectado por inundaciones deseará tomarla voluntariamente (algo similar a lo que sucede con el Fondo de Santa Cruz que se abona automáticamente en los servicios de electricidad por ejemplo).
Asimismo para que funcione la conciencia ciudadana en este sentido es importante que el seguro no cubra el 100% del costo de las viviendas afectadas sino que exista una franquicia a cargo del ciudadano para incentivar al mismo a mejorar las condiciones de prevención de riesgos y de gestión de los desechos que genera por ejemplo.
Cabe señalar que siempre existirá una cobertura remanente que no podrá ser asegurada.
Éste es el caso concreto de aquellas personas que no son contribuyentes y que por ende no solamente no abonan las primas del seguro sino que no figuraran como contribuyentes para el pago de los siniestros.
En este caso se deberá armar un seguro social (con coberturas y sumas diferenciales) que deberá ser soportado por las primas del sistema formal de seguro que se desarrolle para esta cobertura. Para el armado de esta red de cobertura se requerirá de equipos interdisciplinarios (ingenieros con especialización hidráulica, especialistas en seguros, economistas, ingenieros en sistemas que desarrollen los sistemas de control e interfaces entre los entes involucrados, auditores, etc.).