Revolud arrancó en 2015 siendo un neobanco que ofrecía a los clientes la posibilidad de cambiar divisas a precios de mercado y sin comisiones, sacar dinero en efectivo de un cajero, realizar pagos, controlar gastos y programar presupuestos mensuales. Funcionaba sin comisiones de emisión ni mantenimiento, a través de una app con acceso a un IBAN europeo asociado a Reino Unido y una tarjeta Mastercard de prepago británica. Actualmente, cuentan con más prestaciones, abarcando todas las ramas posibles de las fintech.
«Ahora, a estos servicios se sumaron el ahorro en diferentes divisas, la compra de criptomonedas, la posibilidad de invertir en bolsa o materias primas, recibir dinero mediante códigos QR, en el caso de la versión Business, e incluso contratar un seguro», detallan desde iProUP.
Un dato a destacar, es que en sólo 6 años, Revolud llegó a más de 16 millones de clientes en todo el mundo, ejecutando más de 150 millones de transacciones al mes. Unos de los principales beneficiarios de la fintech son los jóvenes viajeros: aquellos que utilizan Revolud tienen la ventaja que al pagar, se realiza el mejor cambio disponible en ese momento, lo que les permite ahorrar una cantidad considerable de dinero.
Posee una versión paga y una gratuita. A su vez, no permite acudir al cajero más de 5 veces al mes ni retirar más de 200 euros en total. Según iProUP, en lo que tiene que ver con inversión, los márgenes de intercambio de criptomonedas y materias primas se sitúan en el 2,5% y 1,5%, respectivamente, en el plan gratuito.