Los argentinos siempre priorizaron los riesgos patrimoniales por sobre la vida o el retiro… Sin embargo, la crisis sanitaria de 2020 sirvió para tomar de conciencia acerca de la importancia de los seguros de vida, para dejar cubierta a la familia en una situación triste e inesperada.
Quien toma la decisión de contratar un seguro de vida individual lo hace pensando en cuidar a sus seres queridos ante un imprevisto. De repente, puede faltar el sostén familiar, pero su pareja, sus hijos, no quedan desprotegidos. Este seguro da la tranquilidad de proveerles recursos económicos inmediatos en un momento crítico (y doloroso). Cualquier persona puede tener un seguro de vida; la prima y la suma asegurada se adaptan en función del presupuesto definido por cada persona y según las necesidades de cada grupo familiar.
En el caso de seguros de retiro, la motivación es otra: no preocuparse tanto por el factor económico llegada la edad de la jubilación, poder disfrutar al máximo en el momento de la vida que se tiene más tiempo.
Seguros de Vida hoy en la Argentina
Los argumentos de venta de los seguros de vida no son simpáticos…se trata de ilustrar una situación límite que en la que preferimos no pensar, no obstante, forma parte de la realidad diaria…
La Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS) dio a conocer un informe de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) sobre la producción de seguros del último año (marzo 2022 a febrero 2023) que refleja los siguientes resultados: la producción anual de seguros de vida colectivo fue de $158.918 millones, representando un 7,1% del total del mercado (una cobertura obligatoria contratada por las empresas), la de seguros de vida individual llegó a $73.650 millones representando el 3,25% del total producido en los diversos riesgos en el periodo. En el Top 3 del total de la producción se ubican la cobertura de autos, que representa alrededor del 41%; en segundo término, ART con casi 22% y en tercer lugar riesgos patrimoniales con casi el 21%; luego, siguen vida colectivo (7%) y -muy atrás- vida individual con ese 3,25% anteriormente mencionado.
La AACS anunció que la producción de seguros de vida de febrero 2023 alcanzó los $31.750 millones, lo que significa un aumento superior al 107% respecto del mismo mes en 2022; y si se compara con enero 2023, el incremento es superior al 2%. Se observa una tendencia ascendente en la contratación de seguros de vida individual, empujada por una toma de conciencia luego del COVID-19, no obstante, todavía queda mucho por crecer.
Desde luego, es importante cubrirse ante posibles siniestros patrimoniales (auto, vivienda, dispositivos móviles, etc.), especialmente en escenarios inflacionarios; sin embargo, hay que tener presente que la vida -o una incapacidad permanente o transitoria- es mucho más relevante y puede llegar a provocar un desequilibrio mayúsculo en la economía familiar, por eso hay que tener en cuenta esta cobertura en la planificación anual de costos.
Seguros de Retiro
Ya avanzado el siglo XXI, las economías de los países no terminan de vislumbrar cómo afrontar las severas dificultades de asistencia y mantenimiento de la población de adultos mayores (retirados o jubilados), con el agravante de que en algunos lugares la población de personas de tercera edad es cada vez mayor respecto del segmento de jóvenes productivos.
Ese escenario global lleva a la reflexión de que uno mismo tiene que hacerse responsable de los costos futuros de salud y jubilación. El sistema jubilatorio está en crisis en todo el planeta, y en nuestro país la situación es crítica. Por eso, hay que pensar en la conveniencia de contratar seguros de retiro que complementen los escasos ingresos que a futuro percibirán las personas al momento de alejarse de la vida laboral.
En un escenario de inflación no se percibe como prioritaria esta cuestión, pero con el tiempo se vuelve inevitable e irreversible, por eso es esencial poder planificar el propio retiro con una cobertura acorde al nivel de vida de cada uno. Además, hay que destacar que en los últimos tiempos los costos de seguros de retiro y de vida pueden desgravarse del impuesto a las ganancias, lo cual es un incentivo para este tipo de ahorro.
El desafío del mercado asegurador es poder crear productos que se ajusten a las necesidades (y las limitaciones económicas coyunturales) de las personas, con primas y sumas aseguradas variables con el tiempo, con premios por pago a término o por fidelidad a través de los años… Compañías, brokers, productores y asesores de seguros tienen el reto de trabajar en equipo para ofrecer coberturas accesibles que, a la vez, signifiquen una solución ante una realidad social diferente, incluso con adultos mayores saludables que luego de su retiro tienen mucho para disfrutar de la vida, con más tiempo y menores preocupaciones.