Bajo el lema «Compartir para conservar», el 4, 5 y 6 de diciembre se realizará el primer encuentro nacional de reservas naturales privadas en Colón, Entre Ríos. Esta reunión, iniciativa de la Red Argentina de Reservas Naturales Privadas busca articular a asociaciones, fundaciones, propietarios de campos e individuos comprometidos con la conservación de tierras privadas en el país y organismos gubernamentales para integrar, fortalecer y expandir las iniciativas voluntarias de conservación y uso sustentable de la diversidad biológica y el patrimonio cultural en terrenos de propiedad privada en la Argentina.
El Encuentro es organizado por la Red Argentina de Reservas Naturales Privadas, una iniciativa que cuenta ya con más de 55 reservas distribuidas en 15 provincias del país y 17 organizaciones de la sociedad civil. Sus miembros trabajan para proteger más de 187.000 hectáreas privadas de la Argentina. Esta iniciativa se enmarca en el proyecto «Fortalecimiento de la conservación en tierras privadas en la Argentina” que ejecuta Fundación Vida Silvestre Argentina con financiamiento del Fondo para Las Américas.
Las Reservas Naturales Privadas nacen del interés y voluntad de los propietarios por proteger los recursos naturales de sus tierras y suelen funcionar como complemento de las áreas protegidas. Ante un Estado con escasas posibilidades de ampliar los sistemas públicos de Parques y Reservas, la conservación privada es una herramienta de gran potencial para complementar la superficie protegida y aportar a una estrategia regional de desarrollo sustentable. De esta manera, realizan un valioso aporte para asegurar la conservación de la vida silvestre y el funcionamiento de los ecosistemas. En la mayoría de los casos, los privados compatibilizan la conservación de la flora y la fauna silvestre con alguna actividad productiva que desarrollan de manera sustentable, en general, el turismo, pero también ganadería, agricultura y producciones forestales. Hoy existen en el país unas 194 reservas distribuidas en 21 provincias, que suman más de 727.200 hectáreas protegidas (ver mapa adjunto).
La importancia de las reservas privadas radica en que los propietarios de la tierra se comprometen voluntariamente en el cuidado de los recursos y ambientes naturales del país, trascendiendo la idea de que los gobiernos son los únicos responsables de estos procesos. Lejos de eso, los propietarios de tierras pueden complementar la tarea pública. Si consideramos que según las metas planteadas en la Convención de Diversidad Biológica, firmadas en 1992 por el gobierno argentino y ratificadas en 1994 por el Congreso Nacional mediante Ley 24.375, los países del mundo deberían alcanzar a proteger al menos un 17% de cada región natural terrestre y 10% de las marinas, y si tenemos en cuenta que más del 80% de nuestro territorio se encuentra en manos privadas, entendemos la importancia de involucrar a los propietarios de tierras en la conservación de las riquezas naturales.