A la hora de asegurar un vehículo, las compañías de seguros suelen solicitarles a sus clientes diversos datos con el objetivo de poder realizar una correcta tasación de la póliza. Información como pueden ser el modelo del auto o de la moto, tipo de motor y cilindrada, marca del coche, es sólo una parte de todo lo que las aseguradoras tienen en cuenta en el trato con los usuarios a la hora de cotizar un seguro.
Además, las empresas tienen otros dos factores fundamentales para definir el precio y las características de una póliza que son la edad y la experiencia del conductor que busca resguardar su vehículo.
En ese sentido, los jóvenes son quienes más pagan a la hora de asegurar sus medios de transporte ya que por su alto índice de siniestralidad, son considerados por las compañías de seguros como conductores de riesgo. Así, dependiendo del tamaño y las características del mercado en el que se encuentran, las primas para estos conductores suelen triplicar el precio con respecto a los seguros para aquellas personas que cuentan con más experiencia al volante.
Por otra parte, el alto índice de siniestralidad, es decir, que los jóvenes sean más propensos a estar involucrados en accidentes de tránsito, está directamente relacionado con la inexperiencia de estos conductores en el manejo de un vehículo. Por eso, cuanto más años de antigüedad se suman en el carné de conducir menor es el precio que hay que pagar por un seguro. Esto ocurre, por ejemplo, con los conductores que tienen entre 15 y 20 años al volante.
Muchas aseguradoras califican a las personas de entre 40 y 50 años como conductores ideales, especialmente si están casados y tienen familia. A la hora de cotizar una póliza para los clientes de este segmento, las aseguradoras entienden que su comportamiento al manejar será más responsable ya que tomarán decisiones más precavidas.
Malas prácticas: ¿El seguro será más barato si está a nombre de un adulto?
Por estos motivos de diferencias de edades, es muy común que los jóvenes conductores opten por contratar una póliza de seguro pero cuya titularidad esté a nombre de un adulto con el objetivo de abaratar costos. Sin embargo, no es lo que las aseguradoras recomiendan.
Aunque los precios disminuyen cuanto más edad y experiencia tenga el asegurado, como ya se sabe la edad no es la única variable que influye en el valor de una prima. En ese sentido, es importante tener en cuenta el historial de siniestros de la persona que tendrá el seguro a su nombre ya que también su comportamiento como conductor impactará en la cotización del precio. En este caso, un joven dueño de un auto en un futuro podría verse perjudicado si se trata de un adulto con un historial mal ponderado.
Por otro lado, también se debe tener en cuenta que los contratos de seguros expresan claramente que se debe declarar como titular de la póliza al conductor real del vehículo. En caso contrario, la aseguradora podría interpretar que se ocultó información de mala fe y dejar sin efecto la póliza, por lo que si tienes un accidente, los gastos correrán totalmente a cargo del conductor involucrado.
Lo más conveniente, según aconsejan desde 123Seguro, es decir la verdad. De esta manera se evitarán situaciones complicadas como, por ejemplo, no contar con un seguro a la hora de conducir por la calle.