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Perspectivas 2023: se viene un año lleno de desafíos para el seguro

Es un contexto duro, inédito, con una pandemia que trastocó las reglas de juego, pero que sirvió para demostrar la fortaleza del mercado asegurador y el poder de adaptación de cada uno de los participantes, en particular, aseguradoras y Productores de Seguros, tanto individuales como brokers.

Los retos siguen siendo muy altos, la incertidumbre sigue prevaleciendo, y los consumidores exigen cada vez más. Por eso, el 2023 se presenta como desafiante para el negocio asegurador, y sobre eso indaga el informe “Insurance Outlook” elaborado por Deloitte, donde se advierte que la industria global de seguros se encuentra en “una encrucijada para dar forma al éxito a largo plazo”.

En el mismo, se pondera cómo la mayoría de las aseguradoras han demostrado una notable flexibilidad y resiliencia para superar una serie de obstáculos, especialmente el impacto de la pandemia y las consecuencias económicas del conflicto entre Rusia y Ucrania. 

“Se mejoraron los sistemas y las capacidades, mientras que las metodologías ágiles de talento y tecnología dieron resultados”, destaca el reporte.

Ahora el interrogante pasa por dilucidar si el seguro está listo para los desafíos emergentes de cara al 2023 y más allá. El camino por recorrer presenta múltiples obstáculos: aumento de la inflación, tasas de interés reales negativas, resultados con pérdidas, amenazas de recesión, cambio climático, agitación geopolítica, y la competencia creciente de “players” no tradicionales que se han sumado al negocio. 

“Este no es momento para que las aseguradoras estén satisfechas con las adaptaciones que han tenido que hacer. Deberían aprovechar el impulso que han logrado para mantener una cultura continua de innovación mientras hacen de la orientación al cliente (customer centricity) el foco del modelo operativo estándar de la industria”, destacan desde Deloitte.

La investigación de la consultora internacional sugiere que deberían comenzar a cambiar su enfoque de la transformación operativa básica, como la transición a la nube, para darse cuenta del valor y los beneficios de la infraestructura y las actualizaciones tecnológicas; pasar de responder a los requisitos de los reguladores a anticiparse y cumplir de manera más proactiva las expectativas de los intermediarios y asegurados; y ampliar su enfoque histórico desde la reducción de riesgos y costos para priorizar mayores niveles de experimentación y asunción de riesgos que impulsan la innovación continua, la diferenciación competitiva y el crecimiento rentable.

Bajo ese panorama, estos son algunos de los hallazgos clave de la investigación de Deloitte sobre las perspectivas de la actividad aseguradora para 2023:

La inflación obstaculiza la rentabilidad, aún con aumento de precios y el crecimiento de las principales líneas de negocios

Si bien los aumentos en los precios de seguros patrimoniales fueron algunos de los factores que impulsaron el volumen de primas y enviaron un superávit consolidado de EE.UU. por encima de la marca de US$ 1 billón por primera vez, la inflación está afectando fuertemente las erogaciones por siniestros y otros gastos en la mayoría de los mercados, lo que socava la rentabilidad técnica. Es algo que no pasa solo en Argentina, si bien en nuestro caso está potenciado por otros factores. Los costos siniestrales en Estados Unidos aumentaron casi el doble del aumento del índice de precios al consumidor, siendo un ejemplo de una realidad que trasciende fronteras y no solo sucede en mercados emergentes.

Abundan las oportunidades para los jugadores proactivos

La revolución de la reinvención en el mercado de seguros para pequeñas empresas, la transición global a la energía verde y productos de seguros relacionados, la cobertura para exposiciones emergentes entre activos intangibles como criptomonedas, tokens no fungibles (NFT) y actividades virtuales en el metaverso, son riesgos emergentes que traen consigo grandes oportunidades, incluyendo todo lo que hace a riesgos cibernéticos.

La transformación de las aseguradoras de vida será clave para el crecimiento sostenible

El aumento de la cultura aseguradora, la conciencia por la vida y el crecimiento de las primas de los seguros de personas impulsado por la pandemia desde 2020, parece estar disminuyendo. Eso tiene varias explicaciones, entre ellas, obstáculos derivados de la presión de la renta disponible impulsada por la inflación, la volatilidad del mercado financiero y la incertidumbre macro. En el caso de Argentina, se suma la falta de una moneda dura, que se deriva de los otros factores mencionados.

Los operadores deben responder a la presión económica y a las incertidumbres relacionadas con el COVID-19 con medidas proactivas, en particular mejorar sus propuestas digitales impulsadas por la pandemia, introducir nuevos productos, servicios y opciones de distribución, y buscar nichos de clientes que antes no estaban bien atendidos. Llegar a otros estratos sociales, con seguros inclusivos y una propuesta de valor diferencial.

Ecosistemas colaborativos se están volviendo innovadores en medio de una dinámica cambiante

Para facilitar la expansión de la cartera, muchas aseguradoras están comenzando a desarrollar asociaciones con otras empresas, desde insurtech hasta proveedores externos. El desarrollo de soluciones “as-a-service” ofrece otra ventaja competitiva potencial que las aseguradoras pueden explorar.

Las aseguradoras están reinventando las estrategias y la cultura laboral a medida que se intensifica la guerra de talentos 

El home-office y la virtualización forzada del trabajo durante la pandemia ha impulsado cambios de fondo en las expectativas de los empleados y ha revolucionado muchos modelos de empleo tradicionales.

Las aseguradoras pueden tener dificultades para retener su fuerza laboral en 2023, sobre todo el área de IT, a menos que se implementen algunos cambios novedosos en la cultura del trabajo y beneficios que exceden el plano monetario de la remuneración, que ayuden a estas organizaciones a ser simplemente “irresistibles” y seductoras para la fuerza laboral.

La infraestructura tecnológica ha mejorado, pero el enfoque debe cambiar a generar valor

Muchos operadores se están beneficiando de la transformación tecnológica impulsada por insurtech, especialmente las soluciones puntuales que ofrecen las nuevas empresas en las áreas de suscripción, siniestros y plataformas de distribución online, entre otras funciones orientadas al cliente. En términos de adopción de la nube, las aseguradoras deben comenzar a integrar sus sistemas y datos mientras aprovechan las capacidades de la nube para lograr un mayor foco en el cliente. Para Deloitte, centrarse en las micromejoras, utilizando aplicaciones en la nube específicas para el negocio asegurador, podría ser un gran próximo paso.

Es hora de hacer del medio ambiente, la sociedad y la gobernanza un diferenciador competitivo

Es probable que las aseguradoras sean juzgadas no solo por los planes establecidos en sus informes anuales de sostenibilidad, sino también por cómo sus iniciativas realmente limitan el impacto del cambio climático y otros riesgos ambientales sistémicos.  A esto se suma mejorar la inclusión de sus productos y servicios; y aumentar la transparencia y la rendición de cuentas en sus estructuras de gobierno (gobierno corporativo). 

Se necesita hacer más para intensificar los esfuerzos de diversidad, equidad e inclusión

Si bien muchas aseguradoras están tomando medidas para diversificar su fuerza laboral, quedan grandes brechas en la industria en general, particularmente a nivel ejecutivo. Queda mucho por hacer en materia de políticas de diversidad y género en los puestos de  liderazgo y fuerza laboral en generar; aumentar el acceso de seguros en comunidades y segmentos de mercado desatendidos, así como crear una cultura organizacional más inclusiva. Son aspectos cada vez más relevantes que miran de cerca los empleados, clientes y los diferentes stake-holders

“Si bien es probable que la tecnología y las mejoras resultantes en la selección de riesgos y la fijación de precios sigan siendo los principales impulsores de un mejor desempeño final, las aseguradoras serán juzgadas cada vez más en su respuesta a prioridades de sostenibilidad, como el riesgo climático, la diversidad, equidad, inclusión social y gobierno transparente, todo lo cual podría convertirse en diferenciadores competitivos en la batalla por atraer talentos, inversores y mayor participación de mercado”, concluye el informe.