ENTREVISTA DE 100% SEGURO.- “Transeúntes y conductores se culpan mutuamente de ser irrespetuosos ante las normas de tránsito”, advierte Facundo Jaime, vocero de CECAITRA, la cámara que nuclea a empresas productoras de software vial. El especialista, en un mano a mano con 100% SEGURO, explica que estas respuestas se deben a que es más fácil poner el foco del conflicto sobre un tercero más que evaluar la propia para mejorarla.
Y su afirmación tiene sustento teórico en los datos obtenidos por la entidad en un sondeo telefónico en hogares de CABA y el Gran Buenos Aires para conocer la opinión sobre el respeto y el comportamiento de peatones y conductores que reflejó lo siguiente:
- Un 41% de los encuestados dijo que los primeros, los de a pie, son más respetuosos que los segundos, los que están al volante. Luego, quedó la opción que considera que ambos lo son en igual medida, con un 33% de los votos y, por último, un 26% consideró que los conductores cumplen más con las normas.
- Luego, se le preguntó solamente a los conductores “si se consideraba mejor peatón o mejor conductor” con respecto a las normas. Allí, un 42% sostuvo ser igual de respetuoso conduciendo o como peatón, un 41% dijo que es más respetuoso como conductor y un 17% indicó ser más respetuoso como peatón.
- Y finalmente, se les consultó solo a los peatones cuán respetado se sienten por los conductores. El resultado fue que 7 de cada 10 dijo sentirse nada (16%) o poco (56%) respetado. El 20% siente que es algo respetado y solamente el 8% sostuvo que siente que es mucho el respeto en la calle.
La paja en el ojo ajeno
“Lo que revelan estos datos es que cuando se nos consulta por un comportamiento ajeno tendemos a ser considerablemente más críticos que cuando debemos evaluar el propio comportamiento”, sostiene Jaime al ser consultado sobre el porqué de las respuestas.
Si se analizan los datos, se encuentran diferencias notorias cuando se toman en cuenta la edad o el sexo de los consultados. Mientras que el 47% de las mujeres dijo que los peatones eran los más respetuosos, el porcentaje disminuyó al 33% en los hombres. También en los distintos grupos etarios hubo discrepancias. Para el 52% de los jóvenes menores de 29 años los peatones son los que más respetan las normas, pero el número bajó al 36% en los adultos de 30 a 64 años.
“Para CECAITRA, el respeto, junto a la atención y a la responsabilidad, son los tres elementos fundamentales a la hora de salir a la calle, ya sea como conductor o como peatón. Respetar las normas, que pueden ser un semáforo, una señal o una regla vial, es imprescindible para evitar siniestros viales con víctimas que lamentar”, destaca el especialista, ante este flagelo tan preocupante.
Dicho esto, Jaime explica que la realidad refleja que “las culpas están repartidas porque sin dudas todos, en el rol que nos toque, somos responsables de evitar exponernos a nosotros y a terceros a potenciales situaciones que puedan devenir en un siniestro vial”.
Una exigencia mayor a una mayor responsabilidad
Advierte, en igual sentido, que el hecho de que la mayoría de los peatones se considere no respetada es un dato que nos debe alertar, ya que resalta que “cuando manejamos tomamos múltiples decisiones por minuto, pero en esas decisiones debemos tener presente que la prioridad es del peatón siempre”.
No obstante, reconoce que también en cierto que en cabeza de los peatones hay menos derechos y obligaciones y que tampoco hay un curso que nos enseña a ser peatones a diferencia de lo que sucede con los conductores, quienes tienen permiso de conducir y para obtenerlo deben hacer un curso y evaluación anterior al otorgamiento.
“Si bien las culpas están repartidas, la ley es considerablemente más exigente al momento de conducir un vehículo que en el rol de peatones y esto es así por el potencial peligro que supone incumplir una norma al volante, como puede ser cruzar un semáforo en rojo o no respetar los límites de alcoholemia”, advierte Jaime.
Aunque esto no significa que cruzar por mitad de cuadra cuando somos peatones obviamente no represente un gran peligro, no lo es en el mismo nivel que en los casos recién mencionados al volante.
La deuda pendiente: actuar en conjunto
En este sentido, los datos de la Organización Mundial de la Salud son contundentes. El organismo estima que cada año 270.000 peatones mueren atropellados, constituyendo la mayor proporción de lesionados o muertos en las calles en el mundo. Y, en la Argentina, el 25% de las víctimas de tránsito son peatones.
Ante estos datos, Jaime advierte que “para reducir los índices de muertos hay que ajustarse lo máximo posible a la norma”, que en Argentina plantea que “todo conductor debe ceder siempre el paso en las encrucijadas al que cruza desde su derecha” y explica que esta prioridad del que viene por la derecha es absoluta, y sólo se pierde ante situaciones como cuando los peatones que cruzan lícitamente la calzada por la senda peatonal o en zona peligrosa señalizada como tal, debiendo el conductor detener el vehículo si pone en peligro al peatón.
“No hay que tomarse a la ligera los lineamientos marcados por los legisladores nacionales. Si una conducta está taxativamente prohibida en la ley, es porque dichos legisladores han previsto que dicha situación puede generar un siniestro vial”, señala el entrevistado.
Resalta, así, que cuando formamos parte de un todo mucho más grande que nosotros, como cuando nos encontramos activos en nuestro sistema vial, es importante entender que cada uno debe poner su granito de arena para evitar situaciones de riesgo que nos expongan a nosotros, a nuestras familias y terceros.