A raíz de una circular establecida por la Superintendencia Financiera Colombiana a principios de junio/2020, las compañías de seguros de ese país tienen la obligación de compensar a sus asegurados, por la disminución del uso del automóvil durante la cuarentena obligatoria iniciada con el COVID-19.
De acuerdo a estimaciones oficiales, la siniestralidad de los vehículos durante ese periodo se redujo en un 70%, comparada con la registrada en un periodo similar.
Según dio a conocer el portal de noticias colombiano EL TIEMPO, se estima que el confinamiento obligatorio fue de 45 días, lapso que las compañías deben compensar a sus asegurados. Dicha compensación puede estar representada por la devolución de parte del costo de la póliza o por la extensión de la cobertura de esta en ese mismo periodo.
En la circular publicada, se establece qué tipo de coberturas dentro de las pólizas son las que generan esa compensación, ya que hay algunos aspectos que, pese a que el vehículo estuvo inmovilizado, se mantenían vigentes, como daños o hurto.
Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT)
El SOAT es un seguro obligatorio establecido por Ley con un fin netamente social. Su objetivo es asegurar la atención, de manera inmediata e incondicional, de las víctimas de accidentes de tránsito que sufren lesiones corporales y muerte. El Gobierno, además, a través del decreto 800 del 4 de junio/2020, le ordenó a las aseguradoras que expiden el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, el traslado de los recursos con cargo a esta póliza que no se utilizaron en la atención de accidentes durante el confinamiento obligatorio.
Los cálculos indican que las compañías tendrán que trasladarle a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES), recursos del orden de los 200.000 millones de pesos colombianos, que se estiman no se requirieron para atender accidentes de tránsito durante 45 días que duró el confinamiento total.
«Al no estar circulando buena parte de los vehículos en el país, muchas personas se abstuvieron de renovar su SOAT, mientras que el ingreso de vehículos nuevos al parque automotor se frenó, lo cual hizo que parte de los recursos que se obtienen de la venta de dicho seguro obligatorio no llegarán al ADRES, como es tradicional», detalló EL TIEMPO.
Este escenario, es el que llevó a las autoridades colombianas a ordenar que esos recursos que no se destinaron a atender accidentes de tránsito con cargo al SOAT, se trasladen a la administradora para que esta no se descapitalice, según señalaron fuentes del gobierno colombiano.