La perspectiva estable de Moody’s para la industria de seguros de Uruguay refleja las expectativa de que el perfil crediticio de las aseguradoras seguirá teniendo el respaldo de una adecuada capitalización y calidad de los activos en los próximos 12 a 18 meses. Sin embargo, el crecimiento de las primas y la rentabilidad solo se recuperarán gradualmente luego de la reciente contracción. El descalce entre activos y pasivos sigue ejerciendo presión en el segmento previsional, aunque los recientes desarrollos regulatorios proporcionan cierto alivio.
Las primas de seguros se recuperarán gradualmente tras la caída en 2018. El crecimiento económico de Uruguay ha sido lento desde 2015, y espereran que el crecimiento del PIB se sitúe en 0,5% en 2019 antes de recuperarse a 2,5% en 2020, conduciendo a una recuperación gradual de las primas de seguros tras su contracción en 2018. Las primas de seguros de pensiones volverán a crecer rápidamente, a medida que se jubilan más trabajadores.
Las pérdidas técnicas seguirán presionando la rentabilidad, pero mejorarán gradualmente en relación a 2018. Es probable que los indicadores combinados se mantengan por encima del 100%, aunque se recuperan parcialmente respecto a 2018. La feroz competencia en el segmento de automóviles y el aumento de las pérdidas de seguros agrícolas seguirán sosteniendo las pérdidas técnicas. Las bajas tasas de interés del mercado seguirán limitando los resultados de las inversiones, los cuales han sido necesarios para mantener resultados netos positivos.
El perfil crediticio de las aseguradoras seguirá teniendo el respaldo de adecuados niveles de capital y buena calidad de los activos. A pesar del reciente deterioro por el aumento de las pérdidas técnicas, el capital de las compañías de seguros de Uruguay sigue siendo adecuado, y esperamos que los indicadores de capital se estabilicen en el horizonte que cubre la perspectiva a medida que se observa una recuperación gradual de la rentabilidad. Además, los activos de las aseguradoras son invertidos principalmente en instrumentos de grado de inversión, principalmente bonos soberanos de Uruguay.
Los cambios regulatorios mejoran las perspectivas del segmento previsional, aunque todavía hay descalces importantes entre activos y pasivos. Los productos de pensiones están expuestos a dificultades en la administración de activos y pasivos debido al riesgo de longevidad y a la limitada disponibilidad de instrumentos de inversión necesarios para respaldar las rentas vitalicias. Los cambios regulatorios introducidos en 2018 —que incluyen el uso de supuestos de mortalidad más realistas y tasas de interés del mercado para calcular las pensiones—, junto con la emisión de instrumentos ajustados al salario por parte del gobierno uruguayo, han aliviado en parte las dificultades de este segmento.
Factores que podrían cambiar la perspectiva a negativa.Un mayor deterioro de los resultados técnicos de las aseguradoras, que a su vez presionaría los perfiles de capital, podría llevar a una perspectiva negativa. Una disminución significativa de la rentabilidad de las inversiones que conduzca a grandes diferenciales negativos o a un deterioro del entorno operativo o del perfil crediticio soberano de Uruguay también podría cambiar nuestra perspectiva a negativa.