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Monopatines y electromovilidad: avanza su uso y la oferta de seguros

ENTREVISTA 100% SEGURO.- La pandemia aceleró las tendencias de movilidad sustentable y el mercado debe dar respuesta a múltiples necesidades.

ENTREVISTA 100% SEGURO.-La tendencia hacia el mayor uso del transporte individual liviano va a seguir acentuándose al igual que el crecimiento de la utilización de vehículos eléctricos en Argentina y en el mundo. La movilidad sostenible y las nuevas tecnologías que se vayan desarrollando en pos de cuidar el ambiente van a tener cada vez más despliegue y los expertos aseguran que no hay forma de que esta tendencia vaya para atrás. 

Mariano Jimena, presidente de Grupo Tech -empresa especializada en electromovilidad- y de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos (AAVEA), confirma esta tendencia en diálogo con 100% SEGURO y destaca el rol que cumplió la pandemia del COVID-19 en la profundización de este tipo de conductas.

Mariano Jimena es presidente de Grupo Tech y titular de AAVEA.

“Cuando arrancó el tema del aislamiento social, nos planteamos qué iba a suceder con el sistema de transporte en general y, en particular, con la electromovilidad. Vimos que iba a cambiar el modo en que las personas eligen trasladarse, por un lado, por el temor al contagio, pero también porque el COVID-19 trajo un planteo muy fuerte respecto de la contaminación del planeta, principalmente generada por los medios de transporte a combustión”, afirma Jimena. 

Así, tanto desde su rol dirigencial como de empresario, el entrevistado destaca que, en el comienzo de la pandemia, por el temor al contagio en medios masivos de transporte, se disparó muy fuertemente la venta de monopatines eléctricos y de bicicletas, tanto eléctricas como tradicionales. 

“Son medios de transporte livianos, económicos y fáciles de usar para las distancias cortas en las ciudades y eso los hace muy atractivos. Por eso, despiertan un creciente interés en los distintos sectores de la economía, como sobre el asegurador, por las posibilidades de desarrollo que presentan, ya que aún es muy bajo el nivel de uso a nivel global. Falta trabajar mucho en ese sentido y es necesario adecuarse a las nuevas tecnologías”, agrega el directivo, quien ha realizado varios trabajos de consultoría a empresas de seguros en materia de nuevos medios de movilidad que incluyen capacitaciones a nivel gerencial. 

Uno de los aspectos esenciales para fomentar el desarrollo de estas herramientas de transporte es la regulación. Si bien se debe seguir avanzando en este sentido, Jimena destaca la existencia del Decreto 32/2018, por medio del cual se hicieron modificaciones referidas al uso de bicicletas eléctricas con asistencia de pedaleo y la norma IRAM 60.020, que define las características de ese tipo de vehículos.

Asimismo, resalta que “hay un reglamento electrotécnico que indica cómo se deben montar las estaciones de recarga eléctrica”. Y explica que este es un documento central de consulta para el sector asegurador porque, por ejemplo, en caso de emitir una póliza de cobertura para inmueble que cuenta con un espacio de recarga de vehículos eléctricos, es necesario poder evaluar si la instalación está bien hecha o no, por si sucediera un eventual siniestro. 

En la Ciudad de Buenos Aires existe normativa para la circulación de monopatines eléctricos y, cumpliendo con ella, se pueden utilizar sin problemas. Asimismo, la Agencia Nacional de Seguridad Vial sacó hace un tiempo unas recomendaciones a tener en cuenta para la conducción de los monopatines y para quienes aprueben su uso en distintas partes del país. 

Sucede que, menos CABA y Mendoza, todas las provincias adhieren a la Ley Nacional de Tránsito y, a la vez, los municipios tienen la posibilidad de definir qué tipo de vehículo puede o no circular por ellos y definir las condiciones para que lo hagan, más allá de lo que disponga la Ley de Tránsito. 

“Esta heterogeneidad regulatoria significa una mayor dificultad de incluir reformas puntuales en los distintos territorios provinciales y, a la vez, deja al descubierto la necesidad de una fuerte formación en materia de monopatines para que no haya malos entendidos, como por ejemplo, hemos visto en algún video por redes sociales una persona conduciendo el monopatín por una autopista”, señala Jimena.

Pero, por otro lado, la introducción de la electromovilidad no solo presenta el desafío de reglamentar el uso de un nuevo medio de transporte, como puede ser el monopatín, sino que también entra en juego la variable tecnológica porque “estamos introduciendo nuevas baterías y nuevos tipos de motores eléctricos”. 

“El cable queda muchas veces en un espacio semipúblico y está el riesgo de que quede colgando o tocando el suelo. Todo eso genera nuevas variables de riesgo que, hasta ahora, no existían y presentan desafíos desde la faz asegurativa y como el de abordar de maneras diferente el rescate ante un accidente”, comenta. 

Esta cuestión trae a colación, en el caso de las aseguradoras, un elemento central para el negocio: el hecho de que la cuestión tecnológica presupone un elemento extra a tener en cuenta en las primas, ya que éstas se fijan teniendo en cuenta el costo del vehículo, pero también sobre la base de las características de riesgo que este tenga. 

Así, Jimena resalta la necesidad de seguir trabajando en el desarrollo y la adopción de estas herramientas. “Es necesario adecuarse a las nuevas tecnologías”, reitera, sobre un nicho que, sin dudas, para el sector asegurador presenta muchas nuevas oportunidades de negocio, pero también fuertes desafíos en materia de formación y desarrollo de productos adecuados.  Ya son cada vez más las aseguradoras que suman a su oferta coberturas de movilidad sustentable, una tendencia que llegó para quedarse y que con el tiempo irá ganando cada vez más protagonismo.