Columnistas

Menos exportaciones, más seguros de caución aduaneros

Por Mariano Nimo, Gerente General de Afianzadora.-

Uno de los sectores económicos que más aportan al nicho de fianzas, el comercio exterior, parece reducirse al calor de un país que decidió cerrarse al mundo en las últimas décadas. 

Datos sin anestesia hablan de que el tricampeón perdió más de 6000 empresas exportadoras en los últimos 20 años. En 2002, había apenas 15.800 empresas exportadoras con un perfil bien claro: 45% de ellas eran microempresas, 37% Pymes y 18% grandes corporaciones. Hoy, veintiún años después, la foto habla de que hay sólo 9.800 empresas exportadoras. En pleno contraste con este drástico achicamiento, la facturación de exportaciones casi se duplicó en ese mismo lapso, muy influenciado por los buenos precios internacionales producto de la guerra y los coletazos de la pandemia.

La baja competitividad de Argentina es una de las principales razones de este fenómeno, convirtiendo a la tierra de los campeones mundiales en un país con bajísima inserción internacional. En la actualidad, la participación en acuerdos comerciales vigentes es del 2%, porcentaje que dos décadas atrás (1999) era del 18%. Argentina llegó a concentrar el 0,52% del comercio internacional en 1998, siendo el valor actual exactamente la mitad (0,25%).

A pesar de los datos arriba vertidos, el país cuenta con una exponencial oportunidad en el polo exportador, con la posibilidad de triplicar su capacidad exportadora por tamaño de economía. Una macro más ordenada; un acuerdo Mercosur- Unión Económica Europea; ingresar a la OCDE y menos trabas a la exportación, parecen ser los primeros pasos que deberá dar nuestro país para ganar competitividad y lograr un lugar privilegiado en el comercio internacional. El “oro blanco”, la agroindustria y las energías convencionales son el motor de lo que viene. Las garantías aduaneras de caución hoy generan alrededor del 22% de las primas del mercado afianzador argentino, con interesantes perspectivas a futuro. 

Uno de los países más extensos del mundo (el octavo), con una bajísima densidad de población y un tamaño de economía que se sitúa en el puesto 25 (de 196 países), nos invita a creer en una oportunidad que estará condicionada por los manejos a futuro de un país que necesita orden, austeridad, sacrificio y mayor apertura al mundo. Hay futuro, hay exportaciones.