El aislamiento social obligatorio devenido de la pandemia por el COVID-19 sigue repercutiendo fuertemente en la actividad económica y, por lo tanto, en el mercado asegurador.
La SSN dio a conocer los datos de mayo pasado, el segundo mes completo en cuarentena, y como era de esperar, los guarismos no han sido los mejores. En términos reales, fue un mes con un volumen de negocios similar a abril, con un crecimiento mensual de apenas el 0,5% (+2% a valores corrientes) a partir de una producción neta de $51.487 millones. Si se mide respecto a mayo pero del 2019, la baja fue del 11,3% (+27% sin contemplar la inflación).
Si nos detenemos en seguros Patrimoniales, el primaje contabilizando la inflación fue exactamente como abril. Y si vamos a los dos ramos más representativos, Autos se mantuvo prácticamente como abril, con una baja mensual del 0,1%, y ART fue el de peor performance de todo el sector con una merma mensual del 7,2%. Algo esperable por el parate económico y el cierre de muchos comercios e industrias.
En Vida, el segmento Individual apenas escaló 0,5% mensual (aunque con un retroceso del 10% comparado con mayo del 2019) y se destaca la dinámica de Retiro, la cual en realidad se explica por un muy magro abril: en ese caso, la suba mensual fue del 47% (con una baja respecto a mayo del año pasado del 28,3%, un guarismo más lógico en este complejo contexto).
¿Cómo se reparte la torta? 83,2% corresponde a los seguros Patrimoniales, el 15,5% a los Seguros de Vida y el 1,3% a los seguros de Retiro.