Las empresas españolas consideran la sostenibilidad “un ámbito de gestión prioritario” de su negocio y tienen claro que la Agenda 2030 les está permitiendo “acelerar” el impacto sobre las personas y el planeta, y “avanzar” en materias clave como la lucha contra el cambio climático, la reducción de las desigualdades y la mejora de la transparencia. “Son un ejemplo de compromiso con los objetivos de Naciones Unidas”. Así lo refleja el informe La Contribución de las empresas españolas al desarrollo sostenible en Iberoamérica, que presenta hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y en el que han participado 17 empresas globales, como MAPFRE, con el objetivo de dar a conocer su contribución al desarrollo sostenible en los países donde operan.
El trabajo destaca varios proyectos con los que MAPFRE contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la región, especialmente al ODS 1 (Fin de la pobreza), ODS 3 (Salud y bienestar), ODS 4 (Educación de calidad) y ODS 10 (Reducción de las desigualdades). También refleja su compromiso con otros objetivos, como el 1, 2, 5, 11, 13 y 17 a través de su Programa Corporativo de Voluntariado, en el que en participan 11.300 empleados y familiares en todo el mundo con el fin de mejorar el bienestar de las personas más desfavorecidas de la sociedad.
Huella social
Las empresas no solo deben generar riqueza exclusivamente material, sino también riqueza ética y, sobre todo, humana. MAPFRE trabaja con este objetivo en cerca de 50 países porque también es una compañía comprometida en generar rentabilidad social. La compañía ha manifestado en varias ocasiones que, sin ética, no puede haber negocio, un principio que aplican sobre todo lo que hacen desde hace cerca de 90 años y que les permite proteger la huella social, es decir, ocuparse del bienestar de las personas que viven en las comunidades donde operan. Esa es precisamente su principal ventaja competitiva.
“La Agenda 2030 puede y debe contribuir a cambiar el mundo y en MAPFRE estamos plenamente comprometidos con sus objetivos, que son en definitiva un compromiso de sumas, donde todos debemos aportar y buscar soluciones”. Así lo ha manifestado Clara Bazán, directora corporativa de Sostenibilidad de MAPFRE, durante un debate en el que ha participado junto a Manuel Muñiz, secretario de Estado de España Global, y expertos en la materia. Clara Bazán ha apuntado, además, que “la era post Covid nos obliga a revisar y a priorizar los objetivos de desarrollo sostenible, poniendo el foco en las personas, el planeta y la prosperidad, sin dejar a nadie atrás”. También se ha mostrado optimista. “La pandemia está demostrando que podemos trabajar juntos. Ha aflorado el talento de las personas y la solidaridad, lo que sin duda nos tiene que hacer reflexionar que solo desde la colaboración de todos los agentes públicos, privados, tercer sector, sociedad civil y ciudadanos, se podrá hacer frente a los grandes retos que tenemos”. En esta línea ha hecho referencia a que MAPFRE y Fundación MAPFRE llevan movilizados más de 200 millones de euros para ayudar a la recuperación económica y al mantenimiento del empleo, y facilitar recursos, sobre todo sanitarios, a la sociedad para superar esta pandemia.
Salud e igualdad
Entre las buenas prácticas de sostenibilidad de MAPFRE en Iberoamérica, destaca el Modelo de Empresa Saludable, en cuyo marco se desarrolla la Semana MAPFRE, que destaca el informe, y que está dirigida a impulsar la actividad física, la alimentación saludable y el bienestar mental. También pone de manifiesto su compromiso con la diversidad y la igualdad de oportunidades. La compañía cuenta con una plantilla con 84 nacionalidades (diversidad cultural), de la cual, el 55% son mujeres, que ocupan el 40,8% de los puestos de responsabilidad (diversidad de género). En el Grupo trabajan, además, profesionales de cinco generaciones (diversidad generacional) y un 2,5% de la plantilla global está formada por personas con alguna discapacidad (diversidad funcional).
Compañías españolas: 160 millones de inversión social
La inversión social en Iberoamérica de compañías como MAPFRE, Banco Santander, Telefónica, Inditex e Iberdrola, entre otras, ascendió en 2018 a cerca de 160 millones de euros. El total de beneficiarios de la acción social de las 17 compañías españolas a las que hace referencia el informe superó los 13 millones de personas, que se beneficiaron de más de 9.000 proyectos dirigidos a mejorar el mundo. Todas ellas emplean a más de 360.000 personas en el conjunto de los países del continente, el segundo destino de la inversión directa española, con 148.639 millones de euros de stock, que equivale al 29,5% de la inversión en el exterior. Los seis países que figuran en este informe representan solo el 26,1%. En todos ellos, España es el primer o el segundo inversor del mundo.
Desigualdad, cambio climático y transparencia
La incorporación de políticas de sostenibilidad en el día a día de las empresas no se cuestiona y se ha convertido en un “factor de competitividad y diferenciación”, así como en un foco de oportunidad de negocio, un “atributo clave en la gestión empresarial”. El informe apunta a que cada vez existe una “mayor preocupación” en la opinión pública por la desigualdad, los derechos humanos, la transparencia, el cambio climático o el impacto de la tecnología sobre la transformación social.
España, ejemplo de excelencia
MAPFRE, BBVA, Acciona, Banco Santander, Iberdrola, Repsol, Inditex y Telefónica son sólo algunos ejemplos del “elevado compromiso” para alcanzar los ODS de las grandes empresas españolas que colaboran en el informe. Todas ellas han incorporado los principios del Pacto Mundial y los objetivos de la Agenda 2030 de forma activa en su gestión diaria. La mayoría demuestra una “elevada madurez” en la gestión de los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza), algo que comparten aquellas con importante presencia en Iberoamérica, objeto de este documento.
Esfuerzo de Iberoamérica
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, principales países iberoamericanos con presencia de empresas españolas –seleccionados para este informe-, se han comprometido voluntariamente para poner en marcha programas que les permitan cumplir con la Agenda 2030 y lo han hecho al máximo nivel gubernamental. Todos ellos se sitúan hacia la mitad del ranking de valoración en cumplimiento de la Agenda 2030, es decir, en una horquilla que va del 31º (Chile) al 78º (México). Los ODS que avanzan en la mejor dirección son el 1 (Fin de la pobreza) y el 4 (Educación de calidad).
Retos más urgentes
El entorno actual presenta numerosos retos para las compañías, entre ellas, el cambio climático, el mayor de nuestro tiempo, seguido de la economía circular, la gestión de los grupos de interés, los desafíos demográficos, la igualdad de género, y la digitalización.
El informe completo está disponible en: www.exteriores.gob.es