Tecnología, innovación, conectividad, sensorización. Se viene una nueva realidad y el seguro no es ajeno a ello, con la telemática como un potencial aliado, pensando en la prevención como “palabra clave”. En el marco de la Semana del Seguro y la Prevención, Ituran analiza el futuro que se viene y las ventajas e infinitas comodidades que ofrece el mundo conectado, con una columna especial sobre la prevención de accidentes viales.
La tecnología está cambiando todo, incluso lo que creíamos invariable. La conectividad de todo con todo y las sensorización de todo mecanismo y variable está haciendo que todo lo que pueda ser medido sea medido y por ende controlado y supervisado.
Hoy ya es posible saber cuánto deberé pagar de luz o de gas en tiempo real si me conecto remotamente al medidor por telemática y proyecto el consumo y pondero la tarifa. Podría mirar mi teléfono inteligente y no solo saber cuánto llevo consumido en mi tarjeta de crédito sino cuanto llegara en mi próxima factura de servicios.
El lavarropas, el televisor o el microondas me pueden notificar si algo falla e incluso llamar al service si es que estamos en garantía. El internet de las cosas está aquí para quedarse. Sensores de humo, dióxido de carbono, de temperatura, de humedad o hasta de plagas pueden enviar alertas y hasta tomar acciones si lo programamos.
Las compañías de seguros pueden (y deben entender) que esto las afectará para siempre: un seguro de hogar debe incluir la sensorización total, no solo ante robo, y así poder medir el riesgo con más precisión y evitar accidentes.
Prevención es la palabra clave. La telemática permite hoy medir y actuar en tiempo real. En un vehículo podemos saber cómo maneja el chofer, como frena y acelera, a que velocidades y por donde se desplaza y cuántas horas maneja por día. Las compañías de seguro dejarán de medirnos por simples cuestiones estadísticas.
La telemática rompe con el anticuado modelo de “talle único”, en el cual una camisa a los flacos les queda holgada y a los gordos apretada. Si uno es un buen conductor, cauto y responsable, debe pagar menos prima de seguro. Si uno es un conductor agresivo, pagará más hasta que cambie su conducta. La telemática aplicada al seguro de autos posibilita no solo premiar al mejor sino, por sobre todo, mejorar al peor. Los sistemas automáticos de asistencia al manejo permiten hoy avisar si conducimos por arriba de la velocidad permitida, si nos salimos de carril o si frenamos de modo intempestivo.
El software recoge todos estos datos, dando un Scoring o puntuación de cada conductor. No solo proporciona información relevante para evaluar al chofer sino que también da herramientas para mejorar las conductas negativas y prevenir accidentes. El sistema proporciona advertencias y consejos que disminuyen la exposición al riesgo, logrando menos accidentes y consecuentemente la aseguradora puede ofrecer beneficios al asegurado en descuentos o reembolsos.
El mundo conectado ofrece ventajas e infinitas comodidades. El portón del garaje se abrirá con solo saber que nuestro auto se acerca y podrá detectar si lo hacemos en horario normal o no, dando alertas a la seguridad se ser necesario. El auto pactará un service en el taller de confianza cuando vea que nos acercamos al kilometraje correcto o si detecta alguna avería o falla en el vehículo.
En un mundo de conectado el servicio puede ser 100% personalizado. El seguro deberá ser flexible y adaptable a los cambios y a las tendencias. El mundo de la estadística dejará lugar a los requisitos individuales y a las características de cada asegurado.
Hogar, auto y salud son solo ejemplos donde la compañía de seguros podrá interactuar con la persona, mejorando la prevención y acotando el riesgo. Precio justo, servicios de valor agregado, retención y fidelización son apenas la punta del iceberg.
Un mundo conectado es un mundo que dialoga, que interactúa y que se mueve. Es un mundo en el que se mide, se evalúa y se premia. Es un mundo en el que finalmente el usuario es el centro, en el que la automatización inteligente hace la vida más fácil y por sobre todo más segura.
El mundo ya cambió. Los usuarios serán cada vez más exigentes. Los asegurados están cada vez más informados. Los seguros ya no serán los mismos en 5 años. Los clientes ya cambiaron. La tecnología ya está disponible. Los líderes de hoy, tal vez, no sean los líderes del mañana. La carrera ya empezó.
[box type=»note»]Debemos volver a hablar de prevención de accidentesDisminuir los accidentes viales es posible e imperioso.
Para prevenir hay que querer saber. Más de una vez no queremos medir. Nos molesta el termómetro. Detestamos la balanza. No confiamos en el metro. Podemos intentar tapar el sol con la mano, pero este seguirá brillando.
Opina Ing. Gabriel M. Mysler / Gerente General de Ituran de Argentina
Algunos datos para comenzar el debate…
¿Cuántos accidentes fatales por año hay en Argentina? ¿Cuántos discapacitados permanentes y familias destruidas? La respuesta es dura: no lo sabemos ciencia cierta. Lo podemos deducir, calcular, pero no afirmar con certeza. Según el ministerio de Salud, en informe publicado en diciembre de 2014, los muertos por accidentes de tráfico de vehículo motos totalizaron 5289, pero sin embargo la Dirección Nacional de Observatorio Vial, del Ministerio de Interior y Trasporte, en su Informe de 2010 afirma que “De hecho, no existe un registro estadístico único y la información proveniente de distintas fuentes muestra deficiencias tales como discrepancias en las cifras, definiciones diferentes o escasa evaluación.” La ONG Luchemos por la Vida habla de 7472 muertos por accidentes de tránsito en 2015. Según la Organización Mundial de la Salud, en su “Informe sobre la situación mundial del a seguridad vial 2013” las lesiones causadas por accidentes de tránsito son la octava causa mundial de muerte y la primera entre jóvenes de 15 a 29 años!
Si los datos no son confiables, las soluciones parecen menos urgentes y se postergan. Siempre hay otras prioridades. Sin embargo, por estadísticas mundiales sabemos que el 50% de las muertes por accidentes de tránsito son peatones, ciclistas y motociclistas. Como siempre, la cuerda se corta por lo más débil… es imperioso buscar soluciones.
La prevención de accidentes viales tiene demasiadas aristas que nos irritan… límites de velocidad, control policial, verificaciones técnicas, radares, “tecnologías invasivas”- no queremos que nos controlen, no queremos que nos miren… y sin embargo la pregunta fundamental sigue flotando: ¿no queremos que nos cuiden?
Tomar acciones salva vidas
En los últimos años, Europa y los Estados Unidos han hecho importantísimos progresos en la disminución de muertes por accidentes viales. (El promedio en la Unión Europea en 2015 fue de 5 por cada 100.000 habitantes; en el Reino Unido 3 por cada 100.000) Si llegáramos a los número promedio de Europa en Argentina, estaríamos en menos de 2200 accidentes por año, es decir entre 3 y 4 veces menos que lo actual, que se calcula entre 5000 y 7500). En Argentina no tenemos datos oficiales.
Estimamos casi un muerto por hora. Se calcula que por cada muerto hay al menos 5 heridos graves con consecuencias permanentes. ¿Son necesarios más datos para tomar dimensión del problema? ¿Cuáles son los métodos más contundentes para bajar la siniestralidad?
- Educación y concientización
- Mejoras en la red de caminos
- Mayor cantidad de señales y advertencias
- Límites de velocidad más bajos y variables por condiciones climáticas y de tráfico.
- Tolerancia cero para alcohol y drogas prohibidas
- Control policial móvil
- Control electrónico
- Sistemas de prevención de accidentes en el vehículo.
Es necesario un Estado presente, activo y comprometido
Está probado que la alerta automática por velocidad en el auto y los detectores de distancia de frenado disminuyen notablemente los accidentes. La mayor causa de accidentes es la velocidad, complementada por la falta de distancia entre vehículos y maniobras violentas e imprevistas. Conocidos por ADAS, Advanced Driver Assistance Systems, son los sistemas que hacen al vehículo más inteligentes y seguros, alertando y previniendo peligros, protegiendo así al conductor ya quienes lo rodean. Un GPS en un vehículo, puede enseñarnos a guardar distancia, a frenar menos agresivamente y a acelerar con precaución. Nos permite generar un diálogo concientizador con el conductor.
Muchas veces se dice que el Estado debe ser paternalista. Es decir, debe ser un padre no un amigo. El Estado no debe decirle al ciudadano lo que éste quiere escuchar, debe guiarlo, educarlo y sugerirle mejoras para sí y para la Comunidad. El populismo hace del Estado un amigo que te dice lo que querés oír pero que no te ayuda a crecer. Un padre guía, aconseja y cuida.
Así como el cinturón de seguridad y el airbag obligatorio salvan vidas y disminuyen las secuelas ante un accidente, los métodos telemáticos pueden ayudar a disminuir los accidentes. Van un paso más adelante. Si damos a elegir es muy posible que la gente prefiera levantavidrios eléctricos antes que airbag.
El estado tiene el poder y la obligación de velar por el bien común
La seguridad y la prevención no pueden ser un opcional. Estamos todos de acuerdo y sin embargo… Todo se trata de prevención, de animarnos a hablar de prevención, de exigirla, de alentarla. Contratar seguros, comprar matafuegos, aplicar métodos de prevención electrónica, limitar y controla las velocidad pueden ser medidas incomodas, onerosas e impopulares, pero son imperiosas para bajar las muertes, los discapacitados y las pérdidas materiales que sufrimos a diario.[/box]