Las tecnologías sanitarias, desde la inteligencia artificial (IA) hasta los dispositivos médicos conectados, están revolucionando la atención al paciente y mejorando la eficiencia del sector salud. Sin embargo, su veloz implementación también conlleva nuevos riesgos que impactan directamente en la gestión de siniestros y en el desarrollo de coberturas adaptadas.
El informe 2025 sobre los riesgos de la tecnología sanitaria del Instituto de Investigación en Atención de Emergencias (ECRI, por sus siglas en inglés Emergency Care Research Institute) destaca tres grandes áreas de preocupación que las aseguradoras deben considerar: los riesgos de la IA en los diagnósticos y tratamientos, las dificultades en la atención domiciliaria y las crecientes amenazas cibernéticas derivadas de la digitalización del sector.
Los riesgos de la IA en la salud y su impacto en el sector asegurador
La IA está transformando la medicina, permitiendo diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados. Sin embargo, su integración conlleva riesgos que pueden derivar en reclamaciones o litigios. Modelos de IA entrenados con datos sesgados pueden generar diagnósticos incorrectos, afectando la calidad asistencial y aumentando la exposición a errores médicos. En este contexto, las aseguradoras deben adaptar sus pólizas de responsabilidad civil para profesionales sanitarios y hospitales, incorporando coberturas específicas para errores algorítmicos y fallos de interpretación.
Además, la dependencia excesiva de estos sistemas sin supervisión humana puede dar lugar a reclamaciones por negligencia si la IA proporciona resultados erróneos que derivan en tratamientos inadecuados. Esto obliga a las aseguradoras a desarrollar soluciones aseguradoras innovadoras que contemplen tanto la validación de los modelos de IA como la formación de los profesionales en su uso adecuado.
Tecnología sanitaria en el hogar: un nuevo desafío para la cobertura de riesgos
El crecimiento de la atención domiciliaria supone un reto para la industria aseguradora. Dispositivos como ventiladores, bombas de infusión o sensores médicos permiten a los pacientes gestionar su salud desde casa, pero su mal uso o fallos técnicos pueden generar reclamaciones por daños personales o interrupción en la atención. Muchas pólizas actuales no contemplan estos riesgos con suficiente detalle, lo que abre la puerta a nuevos productos aseguradores que cubran desde fallos de hardware hasta errores en la transmisión de datos que afecten al diagnóstico o la medicación.
En este contexto, el seguro de salud y los seguros de responsabilidad de producto deben evolucionar para incluir garantías específicas para la atención remota, así como asistencia técnica para minimizar los errores de los pacientes y cuidadores en el uso de estos dispositivos.
La ciberseguridad y la protección de datos
La digitalización de la sanidad ha multiplicado los riesgos cibernéticos, afectando tanto a hospitales como a proveedores de tecnología médica y aseguradoras de salud. Las brechas de seguridad en los historiales clínicos, los ataques de ransomware y la vulnerabilidad de los sistemas de diagnóstico conectados pueden comprometer la atención al paciente yexponer a las aseguradoras a siniestros masivos.
El sector asegurador debe reforzar sus soluciones de ciberseguridad para garantizar la continuidad de la atención sanitaria. Las pólizas de ciberriesgos específicas para el sector salud están en expansión y ofrecen coberturas que van desde la gestión de crisis hasta la protección de datos personales. Además, es crucial que las aseguradoras trabajen en conjunto con proveedores de tecnología y reguladores para establecer estándares de seguridad más estrictos y minimizar el impacto de los ciberataques en la prestación de servicios sanitarios.
La adaptación del sector asegurador a los nuevos riesgos de la tecnología sanitaria
Las aseguradoras tienen la oportunidad de liderar la adaptación del sector salud a estos desafíos, diseñando productos más flexibles que protejan tanto a los profesionales sanitarios como a los pacientes y proveedores tecnológicos. Desde la inclusión de cláusulas específicas para IA y atención domiciliaria hasta el desarrollo de estrategias avanzadas en ciberseguridad, el sector debe anticiparse a los nuevos riesgos y ofrecer soluciones adaptadas a la realidad digital del ámbito sanitario.
El futuro de la sanidad es tecnológico, pero también requiere de una estrategia aseguradora capaz de mitigar los riesgos emergentes. Con un enfoque proactivo y soluciones innovadoras, el sector asegurador puede desempeñar un papel clave en la protección de pacientes, profesionales y empresas frente a los desafíos de la transformación digital en la salud.
Fuente: Füture INESE.