El año que se fue dejó grandes enseñanzas y retos al ecosistema asegurador mundial. Inestabilidad política, económica, social, crisis humanitarias, el avance de la IA y sus consecuencias, y el aumento de los costos laborales son sólo algunos de los desafíos que las compañías tuvieron que afrontar para poder seguir de pie en un contexto que cambia cada segundo.
En ese marco, el broker Aon dio a conocer la última edición de su tradicional informe «Aon’s Global Insurance Market Insights» donde traza un balance del último cuatrimestre del 2023 y se adentra en las tendencias 2024 sobre las cuales es necesario prestar atención. Son los ejes sobre los cuales las aseguradoras deberán dar respuesta, mostrarse proactivas y resilientes.
1) Ciberataques en ascenso
Comenzando con el «boom» de la Inteligencia Artificial, es importante prestar atención a ciertos puntos, entre ellos los relacionados con la ciberseguridad. Los ciberatacantes continuarán aprovechando las vulnerabilidades y ajustando sus métodos para eludir los controles de seguridad, obtener acceso no autorizado a sistemas y extraer información de infraestructuras corporativas.
Cuanto más avanza la IA en beneficios, más avanza en los malos usos en los que puede aplicarse. Esto resalta la constante evolución y sofisticación de las amenazas cibernéticas, lo que representa un desafío continuo para las organizaciones en términos de protección de datos y seguridad informática.
Algo preocupante que está sucediendo es el aumento y refinamiento en las estrategias de extorsión utilizadas por los hackers, con amenazas para obtener rescates. Estos emplean tácticas más agresivas, como la intimidación dirigida a empleados y miembros de la junta directiva, con el fin de forzar a las empresas a pagar rescates y demandas de extorsión, entre otros casos. Por eso, es importante que las empresas se comprometan con la inversión y la gestión de riesgos en torno a las nuevas tecnologías.
2) Transición energética en el centro
Con respecto al avance de las nuevas tecnologías a nivel mundial, la transición energética necesitará inversiones significativas en infraestructura y mejoras de procesos debido al crecimiento de la población mundial y la demanda de fuentes de energía más limpias. Pero, ¿a qué se le llama “transición energética”? Aon se refiere a este suceso como un cambio fundamental y significativo en el suministro de energía y en los comportamientos de consumo de energía.
El 2023 fue conocido por ser el año más caluroso registrado, hecho que repercutió de lleno en los usos de la energía a nivel mundial. Es por esto que es imperativo que las compañías realicen esfuerzos financieros y tecnológicos para lograr una transición exitosa hacia fuentes más amigables con el ambiente y renovables, espacio donde las aseguradoras podrían tener un rol protagónico, ya que los activos de energía renovable están expuestos a peligros de catástrofes naturales que necesitarán acceso a capacidad de seguro para permitir y proteger el capital comprometido en nuevas inversiones. Cambiar los perfiles de riesgo y la tolerancia al riesgo requiere nuevas aplicaciones de los seguros tradicionales y una innovación continua de productos e instalaciones.
3) La inflación no solo impacta en Argentina
Otro gran desafío que se presenta es el fenómeno mundial de la inflación, algo que (en otra magnitud que en Argentina) viene preocupando a mercados desarrollados. Este gran mal que afecta a la economía cambia día a día debido a la inestabilidad geopolítica y los cambios en la política económica del planeta, por lo que Aon alerta que generará desafíos significativos para las empresas y los consumidores en términos de costos y planificación financiera.
La volatilidad de la inflación puede impactar el apetito de riesgo y los precios de las aseguradoras, lo que a su vez puede llevar a períodos de renovación comprimidos y la necesidad de ajustar las sumas aseguradas y los límites de las pólizas para adaptarse al entorno económico cambiante. Es importante que las organizaciones estén preparadas para adaptarse a estos cambios económicos y ajustar sus estrategias de gestión de riesgos y seguros en consecuencia. Algo que en Argentina parece una obviedad, pero que en otros países también debe tenerse en cuenta.
4) Fricciones en el mercado laboral
¿Cómo hará la fuerza de trabajo para enfrentar tantos cambios, tan abruptos y necesarios a la vez? La respuesta es que se requerirá un mercado laboral competitivo y en constante evolución. Así como el actual gobierno de Milei busca impulsar la modernización del mercado laboral, sacando trabas y desregulando reglamentaciones nocivas para su desarrollo, en otras latitudes el reto es similar.
En el informe se menciona que las empresas deberán ajustar sus estrategias de personal para reconocer la necesidad de recapacitación y mejora de habilidades en un entorno donde la demanda de talento calificado es alta. Se resalta la importancia de la planificación de la fuerza laboral para identificar y abordar las brechas de habilidades emergentes, permitiendo a las organizaciones movilizar recursos de aprendizaje y desarrollo de manera efectiva. Esto se presenta como una estrategia clave para mantener la agilidad organizacional y responder de manera efectiva a los cambios en el mercado laboral.
5) Mayor demanda de seguros paramétricos
Por último, desde Aon se detienen en el creciente rol de los seguros paramétricos. Como menciona el informe, «atrás quedaron los días de flujos de ingresos estáticos y cadenas de suministro simples; hoy en día, las empresas operan dentro de un panorama dinámico y complejo».
Existe un aumento en el valor de los activos en áreas de alto riesgo, una mayor atención de los accionistas a la gestión de riesgos y un desafiante panorama de seguros tradicionales. Esta confluencia de factores exige un conjunto más amplio y creativo de herramientas de gestión de riesgos. Por ejemplo, las pérdidas económicas derivadas de los desastres naturales mundiales en 2023 se estiman en 380 mil millones de dólares, de los cuales solo se aseguraron el 31%, dinero que sale del bolsillo de las empresas, las entidades públicas y los consumidores para cubrir pérdidas que no se transfieren ni se gestionan eficientemente.
Por esta razón y muchas más, es vital que las coberturas paramétricas por parte de empresas y entidades públicas siga aumentando para proporcionar liquidez rápida después de un siniestro, para abordar las brechas en la cobertura de seguro tradicional (deducibles, sublímites, exclusiones, etc.) y para cubrir riesgos no tradicionales.
Así, desde el broker internacional esperan que este 2024 las empresas inviertan en el desarrollo de soluciones paramétricas más sofisticadas y efectivas, que se integrarán con otras herramientas de gestión de riesgos para ofrecer estrategias más completas. En Argentina, tibiamente, se viene avanzando en estas coberturas, no solo para el agro, sino para otros sectores, con el apoyo de organizaciones internacionales como el PNUD de las Naciones Unidas.
Vale decir que todas estas tendencias reflejan la evolución del mercado de seguros hacia soluciones más personalizadas, flexibles y adaptadas a los riesgos emergentes en un entorno empresarial en constante cambio. En este contexto, la industria del seguro deberá seguir innovando, salir de la zona de confort y generar nuevas ideas para hacer frente a los desafíos emergentes, tanto en los riesgos tradicionales como en los nuevos riesgos.