Columnistas Innovación

La trilogía de los cambios organizacionales

Muchas empresas han invertido importantes sumas de dinero en programas de transformación, pero son pocas las que realmente han capturado el valor de la inversión. La solución debe ser integral para lograr esa transformación y generar un aprendizaje como parte del proceso.
Por Guillermo Castagnet, miembro fundador de Espacio ECCTA.-

Si bien trilogía es una palabra reservada para el arte, me permito usarla como la representación de los elementos clave que generaron los cambios organizacionales de las últimas décadas, tal como dijo Heráclito «No hay nada permanente excepto el cambio».

Durante los años 80, pudimos asistir al auge del concepto de la “Calidad Total” o, si lo prefieren, TQM (Total Quality Management). Philip Crosby, con su teoría de “cero defectos”, junto a Kaoru Ishikawa, cuyo aporte fue el análisis científico de las causas de problemas (diagrama de espina de pescado), fueron autores y creadores destacados de esta tendencia.

El “cero defectos” no significa que las personas nunca cometan errores, sino que las organizaciones debían comenzar con objetivos por debajo del estándar y hacer de la calidad un hecho “medible” y continuo. El diagrama de Ishikawa permitió poner foco en las causas de los problemas y no solo la búsqueda de responsables. 

Estas herramientas orientadas a mejorar “PROCESOS”, en algunas oportunidades contaban con el apoyo de la TECNOLOGÍA, mientras las PERSONAS, debidamente entrenadas, ejecutaban este proceso. 

De esta forma, las organizaciones comenzaron a formar círculos de calidad para atender distintas problemáticas. Aquí la trilogía en los PROCESOS.

Durante la década de los 90, surgieron conceptos más desafiantes que TQM. donde pudimos ser testigos de la “reingeniería de procesos”, donde se resaltaba el resultado del cambio, el cual debía ocurrir en un período breve y ser significativo.. 

Es así como surgen casos como Ford, Toyota, IBM, etc., que son explicados por Michael Hammer y James Champy en su libro “Reingeniería” de 1994.

Al igual que en el caso anterior se repite la trilogía, pero aquí el foco es la TECNOLOGÍA para generar resultados significativos con tiempos de ejecución breves. 

Ahora y desde hace algún tiempo, las organizaciones han entendido la necesidad de ir hacia el mundo digital para conectar sus negocios con el mundo y mantener su competitividad, es así que surge la era de la transformación digital.

A diferencia de sus antecesores, esta nueva corriente considera a la organización en su conjunto, es decir la solución debe ser integral para lograr la transformación, se trata solo de atacar procesos particulares o digitalizar ciertos componentes.

Nuevamente aparece la trilogía, pero aquí las PERSONAS son el factor clave del éxito. Si analizamos los distintos componentes, veremos qué, en relación con los PROCESOS, la mayoría de las empresas han tomado conciencia del valor de las mejores prácticas, y, por tanto, tienen una mayor predisposición a su adopción. Esto permite considerar favorablemente a aquellas soluciones con dichas prácticas ágiles. Es fundamental el apego a adoptar y no modificar, ya que desarrollar significa mayores costos y más tiempo en la implementación. Esto es parte el cambio cultural a ser implementado. 

Otro aspecto sobresaliente de las metodologías ágiles es la posibilidad de fallar y de recuperarse rápidamente, generando un aprendizaje como parte del proceso.   

En el caso de la tecnología, es bien conocido la mejora de la relación precio / prestación con la oferta de soluciones de clase mundial disponibles en la nube. Aquí no solo se presentan las mejoras en el TCO (Costo Total de Operación) sino una significativa aceleración en la disponibilidad de la solución, si lo comparamos con el modelo anterior de compra de licencias. Esto se debe, principalmente, a la simplificación de la contratación de suscripción.  

Desde ECCTA, proponemos generar un puente, un camino directo y profesional para el desarrollo empresarial en el amplio universo asegurador, al que aportaremos la exitosa experiencia de nuestros especialistas, iniciando la transformación en forma previa a la ejecución del programa y acompañando posteriormente a la implementación y así asegurar la captura del valor.

Existen soluciones de clase mundial, tecnología de punta…¿vamos a ejecutar los procesos con la misma cantidad y calidad de recursos humanos? ¿Cómo preparamos a los líderes para una toma de decisiones más compleja? ¿Cómo generamos equipos de alto rendimiento que saquen el máximo provecho de la inversión?

La experiencia nos muestra que muchas empresas invierten importantes sumas de dinero en programas de transformación, no sienten que han capturado el valor de la inversión. Esta situación muchas veces surge por la concentración de esfuerzos en la etapa de “implementación” y no en la “concientización” y “planificación” previa y/o en la etapa posterior para el seguimiento en la captura del valor. 

Dejamos para el final el aspecto más crítico en esta nueva época, la “gente”. Claramente, nuestro énfasis estará centrado en el manejo del cambio como aspecto fundamental en la verdadera transformación, iniciado en forma previa a la ejecución del programa y acompañado en forma posterior a la implementación. Tenemos procesos de clase mundial, tecnología de punta… ¿vamos a ejecutar los procesos con la misma cantidad y calidad de recursos humanos? ¿Cómo preparamos a los líderes para una toma de decisiones más compleja? ¿Cómo generamos equipos de alto rendimiento que saquen el máximo provecho de la inversión?

La única manera de ignorar las preguntas anteriores es si la organización fuera creada por “nativos digitales”, ya que, desde su concepción, nacen con una visión actualizada y, rápidamente, se convierten en competidores de empresas de larga trayectoria. Vemos cómo las nuevas generaciones se inclinan por buscar formas disruptivas, mediante sus Insurtechs para cambiar el status quo de las industrias.

La velocidad dramática de ese cambio necesita, más que nunca, de equipos interdisciplinarios claramente orientados para encarar la transformación de la organización.