La batalla contra el COVID-19 está lejos de terminar, y es probable que continúe el nivel de incertidumbre de las aseguradoras. Sin embargo, una investigación de Deloitte afirma que más allá del contexto, las compañías esperan un crecimiento más rápido en 2022, pero este dependerá de la eficacia con la que las aseguradoras gestionen sus inversiones y tecnologías emergentes.
Un dato a resaltar, es que aproximadamente un tercio de los encuestados del informe, esperan que los ingresos sean “significativamente mejores” el próximo año y que la demanda de seguros siga aumentando en todo el mundo.
Sin embargo, podrían presentarse diversos obstáculos en el camino: de tipo económicos, como podría suceder con una inflación sostenida; preocupaciones de sostenibilidad, riesgo climático, diversidad e inclusión financiera.
Otro de los temas, es el futuro del trabajo, donde los operadores buscan crear estrategias flexibles de regreso a las oficinas y luchan simultáneamente por retener y reclutar talentos de alto nivel en un mercado laboral muy competitivo, particularmente para aquellos con tecnología avanzada y habilidades de análisis de datos.
Además, otra de las claves que señala el informe, tiene que ver con equilibrar la adopción de tecnología con la tareas humanas. «Las aseguradoras dependen cada vez más de las tecnologías emergentes y las fuentes de datos para impulsar la eficiencia, mejorar la ciberseguridad y ampliar las capacidades en toda la organización. Sin embargo, la mayoría también debería centrarse en mejorar la experiencia del cliente mediante la optimización de los procesos con la automatización y la prestación de un servicio personalizado donde sea necesario y preferido», resaltan desde Deloitte.
Además, se esperan nuevas oportunidades para impulsar la confianza de las partes interesadas y aumentar la retención y la rentabilidad del negocio. Esto podría lograrse mediante una mayor transparencia en la forma en que las aseguradoras recopilan y utilizan los datos personales.
Finalmente, las compañías podrán volverse más proactivas en la búsqueda de soluciones integrales para problemas sociales de panorama general, cómo mitigar el impacto financiero de futuras pandemias y cerrar las brechas de cobertura para catástrofes naturales.