COBERTURA 100% SEGURO.- El XIX Congreso Nacional e Internacional de Derecho de Seguros, organizado por la Asociación Argentina de Derecho de Seguros (AIDA), se llevó a cabo entre el miércoles 15 y el viernes 17 de mayo, en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina (UCA). Así como se ahondó en las tendencias sobre desregulación, tanto con la mirada local de la SSN (ver nota) como con el caso de España en la conferencia inaugural ofrecida por el Dr. Juan Bataller Grau (ver nota), lo cierto es que también se habló del impacto de la Inteligencia Artificial en el derecho del seguro (a cargo de los Dres. Martín Zapiola Guerrico y María Celeste Colombo) y el avance de la Digitalización en el negocio asegurador.
Este útimo tema también fue abordado por el catedrático español de Derecho Mercantil de la Universidad de Valencia, quien en su ponencia admitió que «ahora estamos en la época de la digitalización, de las insurtech, estas palabras que hemos inventado que no suenan nada mal».
«El aporte de la tecnología en el seguro en innegable, permite grandes soluciones, pero tiene que ser coherente con la normativa», expresó Bataller Grau.
En este sentido, comentó: «El otro día estuve mirando la última memoria que hay de la Dirección General de Seguros de España y la distribución por Internet -que es un tema que llevo siguiendo hace mucho tiempo- supone sólo un 1% del mercado. Cuando salió la venta por Internet, parecía que todos los corredores iban a quedar en la calle, pero no. De hecho, ahora ya hay mucha venta por Internet que hacen los propios distribuidores».
Asimismo, el catedrático español detalló cuáles son los principios de la Unión Europea en esta materia: «Primero, neutralidad tecnológica: lo que se puede hacer de una manera, se puede hacer de la otra. Segundo, también muy importante, la proporcionalidad, y esto tiene mucho que ver con la normativa. No se puede imponer lo mismo a un gigante que a un pequeño. Y por último, la integración, buscando hacer que el mercado tecnológico sea lo más integrado posible», indicó.
Otra cuestión a la que se refirió fue dónde está impactando el ecosistema insurtech: «En cinco grandes momentos: en la creación del producto, en la gestión del producto, en la distribución del producto, en el back-office, y en el concepto y concepción misma de negocio asegurador». ¿Qué está pasando en Europa? «No es muy diferente a lo que está pasando aquí. En primer lugar, se dice que la utilización de la analítica de datos y la información permitirá dotar de soluciones concretas a las circunstancias particulares de cada cliente. Yo, por ahora, esto no veo que termine de cuajar, es algo similar al desarrollo de los seguros colaborativos, algo muy incipiente por el momento», reveló, agregando que «las aseguradoras tienen mucho miedo de meterse en un negocio en donde no tenemos suficiente experiencia estadística».
En cuanto a la gestión del producto, Bataller Grau dijo que algo de lo que se habla mucho es del pago por uso: «Si bien yo aún lo veo poco, muchos coinciden en que sí está funcionando», declaró.
«En el back-office, también es importante el uso de patrones para evitar clientes no rentables, y la prevención de fraudes contra el seguro, que es una de las funciones de las compañías aseguradoras en España. De hecho, es una de las cosas en que se está trabajando mucho», explicó.
Y continuó: «Luego tenemos el tema de prevención de morosidad, que también es importante. Otra de las cosas que se está abriendo y creciendo es la atención al cliente mediante chatbots. En el tema de distribución del producto tenemos los comparadores, que sí están funcionando. Puedes ver diferentes precios por las distintas compañías, las calificaciones, que es una cosa que están utilizando los corredores en España, que es lo que les permite ir ajustando el precio al cliente, y además la posibilidad de que aparezcan nuevos canales de distribución a través de redes sociales, etcétera».
A su vez, sostuvo que se está hablando mucho de la utilización de la tecnología blockchain para «titulizar riesgos» y de los «smart contracts, que creo que no es la mejor palabra, porque ni es smart ni es contract» y confesó que a esto por el momento lo ve bastante complejo.
Finalmente, Bataller Grau reconoció que «nosotros nos hemos inventado lo de los sandbox, porque, como somos tan reguladores, hacía falta crear un espacio de no regulación para que las innovaciones pudieran volverse fundamentales». Y cerró: «El sandbox es un espacio para poder crecer, ver los problemas que surgen del supervisor, regularlo, pero permitiendo que vayan saliendo las iniciativas del mercado».