El pasado 19 de marzo, Orbis Compañía Argentina de Seguros S.A., emitió un comunicado anunciando el inicio de un proceso de liquidación voluntaria, en cumplimiento de la normativa vigente y con el objetivo de garantizar una transición ordenada para sus asegurados, socios estratégicos, colaboradores y demás partes interesadas.
La aseguradora, con más de 60 años de trayectoria en el mercado asegurador argentino, reveló que tomó esa dura decisión «tras un profundo análisis del contexto actual y en línea con su compromiso de responsabilidad y transparencia con el mercado».
Este proceso contará con la supervisión de la Superintendencia de Seguros de la Nación para asegurar el cumplimiento de todas las obligaciones con los asegurados y terceros.
Por ello, dos días después de conocerse esa misiva, se publicó la presente Resolución 179/2025, donde se resolvió revocar la autorización para operar en seguros oportunamente conferida a dicha aseguradora de capitales nacionales.
Con el objetivo de resguardar a los asegurados, la SSN le prohibió realizar actos de disposición respecto de sus inversiones y de sus cuentas bancarias, disponiendo la inhibición de los bienes de la compañía, los cuales permanecerán inmovilizados como garantía para el cumplimiento de las obligaciones contraídas.
Lo que viene a partir de ahora
Del lado de la Superintendencia de Seguros de la Nación, comenzó el proceso de evaluación para determinar la viabilidad de la solicitud presentada por Orbis Seguros. Durante este período, la compañía deberá continuar cumpliendo con la presentación de sus balances trimestrales.
Del lado de la aseguradora, la misma contará con un plazo de 30 días para presentar su balance de liquidación y un informe de gestión proyectada.
Vale aclarar que los contratos y las coberturas vigentes continuarán siendo respetados y estarán plenamente protegidos a lo largo de todo el proceso. Durante este período, Orbis Seguros adelantó que «trabajará en conjunto con los organismos reguladores y los actores del sector para llevar adelante una liquidación planificada, priorizando el resguardo de los intereses de sus clientes y colaboradores».
