Aon, firma líder mundial en servicios profesionales, reveló en su informe 2024 Climate and Catastrophe Insight, que los 398 desastres naturales mundiales en 2023 causaron una pérdida económica de 380 mil millones de dólares (en 2022 este número fue de 355 mil millones de dólares), lo que representa un 22% más que el promedio del siglo XXI. El reporte destaca que las pérdidas fueron impulsadas por importantes terremotos e implacables tormentas convectivas severas en Estados Unidos y Europa.
Las pérdidas globales de seguros durante el año estuvieron un 31% por encima del promedio del siglo XXI, superando los 100 mil millones de dólares por cuarto año consecutivo. Dado que los seguros cubren sólo 118 mil millones de dólares (en 2022 fue de 151 mil millones de dólares), o el 31% de las pérdidas totales, la “brecha de protección” se situó en el 69% (en 2022 fue del 58%), lo que pone de relieve la urgencia de ampliar la cobertura de los seguros.
El número de eventos de peligros naturales con grandes pérdidas alcanzó niveles récord en 2023, con eventos de pérdidas económicas de 66 mil millones de dólares y eventos de pérdidas aseguradas de 37 mil millones de dólares. El informe destaca que 95.000 personas en todo el mundo perdieron la vida debido a desastres naturales en 2023 (la cifra más alta desde 2010), como resultado en gran parte de terremotos y olas de calor. En términos de clima, 2023 fue el año más caluroso registrado, con anomalías de temperatura sin precedentes y máximos históricos observados en 24 países y territorios.
“Estamos atravesando tiempos de creciente volatilidad y complejidad lo que implica un enorme desafío para que las organizaciones y las empresas se vuelvan más resilientes al clima y al riesgo de catástrofes. Es muy importante que la región y Argentina en particular tomen nota de esta situación: venimos de sufrir una dura sequía (que afectó también a Brasil y a Uruguay), que ocupó el cuarto lugar en términos de pérdidas económicas de acuerdo con nuestro reporte, un dato que nos debería alertar”, expresó Franco Di Lucca, líder del Cono Sur en Aon.
Sobre este punto, Di Lucca recalcó que “es fundamental la colaboración entre el sector público y privado, para construir estrategias que aceleren la innovación, abordando mejor los impactos económicos del clima extremo para crear resultados más sostenibles para las empresas y comunidades locales”, y subrayó que los sectores más afectados, como el agro, “pueden utilizar diagnósticos prospectivos y seguros paramétricos a analizar las tendencias climáticas y mitigar el riesgo. La industria de seguros tiene un papel fundamental a la hora de apoyar a las organizaciones y la sociedad en su recuperación y resiliencia frente a las catástrofes climáticas”.
Al respecto, el especialista detalló que en los esfuerzos por limitar el calentamiento global, los inversores pueden considerar el cambio climático desde tres perspectivas: proteger sus carteras contra riesgos financieros; beneficiarse de las oportunidades de crecimiento en soluciones climáticas y determinar cómo tener un impacto positivo y desempeñar un papel en un mundo que avanza hacia la carbono neutralidad.
Los 10 principales eventos de pérdidas económicas globales en 2023 fueron: