Por Agostina Fernandez, Sales Manager Conosur de Hexagon.-
Luego de décadas de acostumbrarse a sistemas altamente regulados y extremadamente rígidos, las aseguradoras buscan construir panoramas de IT flexibles, ágiles y dinámicos para ponerse a tono con la velocidad a la que se transforma el mercado. No se trata de una tarea sencilla: muchas de estas organizaciones cuentan con infraestructuras y sistemas heredados bastante elefantiásicos, difíciles de mantener y de cambiar -lo que demora, a su vez, la salida de nuevos productos y servicios o la adaptación de los existentes a los cambios que se producen- y que están al borde de la obsolescencia.
Por eso, la nube aparece como la alternativa ideal para modernizar el negocio, ya que permite una experiencia verdaderamente omnicanal, acceso rápido y seguro a las cotizaciones desde cualquier dispositivo, contrataciones de pólizas en línea, productos que puedan adaptarse rápidamente a las necesidades de un consumidor cada vez más exigente, servicios de teleasistencia y una gestión de siniestros digital de punta a punta por citar apenas algunos ejemplos básicos de los beneficios que podría aportar de inmediato este modelo. Mantener las antiguas costumbres no es una opción: un estudio de Oxford Economics detectó que el 79% de los clientes de las aseguradoras prefieren las experiencias virtuales antes que las físicas, mientras 78% exige que además sea altamente personalizada.
Con el avance de las tecnologías emergentes, se puede incluso pensar en aplicaciones de inteligencia artificial y analíticas avanzadas para anticipar las necesidades de los asegurados o dispositivos de internet de las cosas para hacer el seguimiento y garantizar la protección de objetos diversos en tiempo real (vehículos, electrodomésticos, hogares, materiales, medicamentos, joyas).
Los servicios digitales apoyados en la nube son apenas una de las caras de una transformación digital del sector que avanza a gran velocidad y que puede aprovechar este modelo cloud también para una optimización y una integración de los procesos, una reinvención respecto de cómo se almacenan los datos y las aplicaciones y la capacitación de los colaboradores para que puedan capitalizar las nuevas herramientas. La entrega segura de datos y aplicaciones en cualquier dispositivo y en cualquier lugar, otra característica de la nube, incrementa la productividad de los productores-asesores.
Costos bajo control
Desde el punto de vista de la infraestructura, la migración a la nube permite a las aseguradoras mantenerse actualizadas, evitar la aplicación de recursos dedicados al mantenimiento y la gestión del panorama tecnológico, garantizar que los datos críticos -es una industria en la que prevalece la información sensible- estén protegidos y asegurar el cumplimiento de las normativas vigentes, aún cuando estas varían de país en país y muestran una dinámica de cambio acelerado en algunas geografías. Esto representa no solo una disminución y un mayor control de los costos, sino además, como quedó demostrado durante la pandemia, una enorme resiliencia a la hora de asegurar la continuidad del negocio. Cada nuevo proyecto se puede escalar sobre la nube, sin inversiones iniciales gigantescas.
Lo más importante es que prepara a la empresa para el futuro: SAP indica, por ejemplo, que para 2025 muchas aseguradoras colaborarán con proveedores de ecosistemas intersectoriales y definirán oportunidades más allá de la gestión del riesgo. La flexibilidad y la adaptabilidad, propias de la nube, son esenciales para dar ese paso. La compañía ofrece en ese sentido la propuesta Rise with SAP, que encapsula las mejores prácticas de la industria y las ofrece en alternativas “como servicio”, dando a las empresas del sector asegurador la posibilidad de avanzar a la velocidad que lo necesiten, con costos controlados y eligiendo entre migrar hacia una nueva arquitectura como si lo anterior no hubiera existido o hacerlo de manera escalonada, disminuyendo los riesgos, hasta llegar al punto deseado.
La nube, en conclusión, se consolida como la base sobre la cual las aseguradoras pueden constituir sus estrategias de transformación digital y alcanzar un modelo data driven, en el que las decisiones se toman en base a datos y no a corazonadas, prejuicios o suposiciones. Dicho de otra manera, ofrece la opción a las empresas del sector a caminar sobre seguro.
