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La movilidad autónoma compartida: nuevos rumbos y direcciones

Muchos debates surgieron a partir del 2022 acerca de la movilidad autónoma compartida, cómo se fue desarrollando este negocio, cómo está en la actualidad y qué le espera en los tiempos venideros, lo cual a su vez implica importantes desafíos para el mercado asegurador.

En líneas generales, estamos hablando de la utilización de un mismo vehículo para transportar a varias personas en el mismo tiempo y espacio, y que a la vez no tiene la necesidad de que un ser humano se encuentre manejándolo: desde autobuses o trenes, hasta taxis, bicicletas públicas, vehículos para logística urbana, etc.

Sobre estas iniciativas, si bien hubo desaceleraciones en las inversiones, también se dieron algunos escenarios más sólidos como la fusión de Velodyne con Ouster y la salida de algunos intervinientes. Asimismo, se instalan como regiones clave China y Estados Unidos, donde la movilidad autónoma compartida toma cada vez más protagonismo, incluyendo así a los taxis y los transbordadores automáticos a materializarse para el transporte de personas por carretera en las ciudades.

En un amplio artículo, la consultora McKinsey & Company dio a conocer los cincos factores y elementos críticos de cómo evolucionará el mercado:

  • Velocidad de despliegue: Ahora solo hay un puñado de servicios comerciales a escala y pilotos para movilidad AV compartida, pero creen que las empresas deben actuar rápidamente para establecerse y lograr una escala comercial en mercados clave en función de sus capacidades de dominio de diseño operativo.
  • Fuerte unidad económica: Los reproductores AV compartidos exitosos deben competir con los modos de movilidad existentes en precio y buscar rápidamente una unidad económica favorable a través de la excelencia operativa y la tecnología innovadora para obtener una ventaja competitiva.
  • Soporte regulatorio: Las partes interesadas pueden beneficiarse al asegurar asociaciones de colaboración con los reguladores y las autoridades locales de tránsito, ya que buscan encajar en los ecosistemas de movilidad existentes.
  • Asociaciones fuertes: Las empresas pueden ayudar a garantizar una base de suministro estable mediante la formación de esquemas de colaboración. Estas alianzas son particularmente vitales hoy en día, dados los eslabones a menudo tensos de la mayoría de las cadenas de valor de la industria.

En tanto, la consultora remarca que el mercado de movilidad autónoma compartida tiene vastas oportunidades en áreas urbanas, pero deben estar acompañadas con inversiones que se han reducido a causa de la pandemia del Covid-19 y se han vuelto cada vez más selectivas. Actualmente, las inversiones son paulatinas aunque el mercado es prometedor y necesita desembolsos más importantes. De lo contrario, según la consultora global, avanzará pero de una manera más lenta.

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