Innovación

La interrupción del negocio por pérdidas intangibles costará 355 millones de dólares a las empresas latinoamericanas en el 2022

El Reporte Comparativo del Impacto de los Activos Intangibles en los Estados Financieros examina el comportamiento de las empresas latinoamericanas en relación con los riesgos derivados de la actividad cibernética, los activos digitales y la propiedad intelectual.

Aon plc (NYSE: AON), líder global en servicios profesionales, dio a conocer los resultados del Reporte Comparativo del Impacto de los Activos Intangibles en los Estados Financieros, realizado en colaboración con el Instituto Ponemon, en los que destaca que el 70% de las empresas latinoamericanas no están aseguradas contra ataques cibernéticos o de propiedad intelectual, y que la mitad de las empresas participantes en esta investigación ha experimentado uno o más incidentes de vulnerabilidad a su seguridad o de violación de datos en los últimos dos años, con pérdidas de hasta un millón de dólares.

Aon estima, además, que las pérdidas intangibles (de activos cibernéticos, digitales y de propiedad intelectual), costarán a las empresas Latinoamericanas unos 355 millones de dólares para fines de este año. En 2019, este tipo de delitos cibernéticos ascendieron a 301 millones de dólares, por lo que se espera un aumento total de costos de 18%.

Para Sergio Torres, Specialty Leader – Financial & Professional Services, Cyber & Financial Institutions de Aon para Latinoamérica, los incidentes cibernéticos representan el mayor peligro para las organizaciones en América Latina. «Las amenazas de responsabilidad cibernética se encuentran entre los riesgos comerciales más graves, seguidos por la amenaza a la propiedad intelectual, la interrupción de negocio indeterminada y los desastres naturales”, afirma.

“Las tres primeras amenazas están totalmente relacionadas, porque después de un ataque de malware destructivo, es posible que las empresas no puedan poner en marcha suficientes equipos y dispositivos para volver rápidamente al entorno online. Si esta situación dura cuatro, seis u ocho semanas, ¿podrán sobrevivir sin ingresos?», continúa Torres.

Aunque el impacto de la interrupción del negocio por pérdidas de activos de información es más significativo que la pérdida de activos tangibles, la encuesta encontró que el 58% de los activos materiales de las empresas de la región están asegurados, mientras que sólo el 18% de los activos intangibles cuentan con un seguro.

Torres hace hincapié en que las amenazas cibernéticas no deben considerarse como un asunto que atañe exclusivamente al área de Tecnologías de la Información (TI), sino que involucra a toda la organización. «Los ejecutivos de alta dirección en las empresas a menudo son los más atacados por el cibercrimen, por lo que éste es un problema corporativo. Cuando analizamos la raíz de los ataques, nos damos cuenta de que el recurso humano es el elemento más frágil, por lo que es importante que las empresas realicen capacitaciones periódicas de sus equipos para alertarlos sobre buenas prácticas de seguridad cibernética y resiliencia, especialmente en un escenario donde muchos trabajadores tienen jornadas de trabajo híbridas o remotas y, a menudo, utilizan sus teléfonos inteligentes y computadoras personales para acceder a la red de sus empresas».

Para garantizar la protección contra las ciberamenazas, es importante que las empresas determinen claramente su perfil de riesgo cibernético, los posibles impactos que un ataque podría generarles, buscar soluciones eficaces de financiación y aseguramiento de riesgo frente a las ciberamenazas y, priorizar una adecuada protección e higiene cibernética.

El Reporte Comparativo del Impacto de los Activos Intangibles en los Estados Financieros, contó con la participación de 493 profesionales involucrados en la administración de riesgos cibernéticos y corporativos de las principales empresas de América Latina.