Innovación

La Inteligencia Artificial acaparó la agenda de Davos, por sus oportunidades (y riesgos)

Créditos de la imagen: Forbes Colombia.

Del 15 al 19 de enero pasados, tuvo lugar en Davos, Suiza, la reunión anual del Foro Económico Mundial (World Economic Forum), la primera gran cita de cada arranque de año, que reúne a los principales líderes globales tanto de la política como del sector privado.

Se trata de un encuentro que acaparó las tapas de los principales medios, no sólo por la presencia de Javier Milei y un fuerte discurso en su debut presidencial en el extranjero, sino porque se han realizado debates de los temas más sensibles que hacen a la agenda mundial.

Sin dudas, uno de los más importantes tuvo que ver con la Inteligencia Artificial (IA), no sólo por los trillones de dólares que aportará y las grandes oportunidades que ya está abriendo, sino además por los potenciales riesgos que conlleva y sus retos en materia de regulación.

«Si nunca habías considerado el impacto de la Inteligencia Artificial en tu vida, es probable que el año 2023 haya sido el que cambió eso», remarcaron los organizadores del encuentro. Y es que desde empleos hasta habilidades, regulaciones y gobernabilidad, la Inteligencia Artificial atravesó las conversaciones como nunca antes, convirtiéndose en uno de los cuatro temas más importantes que se tocaron en las presentaciones.

Países de todo el mundo han estado explorando la regulación y la gobernanza en torno a este tema, incluida la Unión Europea, donde en diciembre de 2023 se acordó un borrador de acuerdo sobre las reglas de la IA. Medicina, educación y el empleo son espacios donde esta herramienta puede entrometerse y generar nuevas respuestas, siempre y cuando los países que la implementen cuenten con las regulaciones adecuadas para hacer un buen uso, equilibrando riesgos y anticipándose a consecuencias «no deseadas».

Directores ejecutivos de Deloitte, Sanofi, L’Oréal y Exponential View, empresas líderes en el mundo, y representantes de organismos internacionales, hablaron en Davos de la Inteligencia Artificial en pos de explorar los escenarios más probables para los empleos y la productividad. Hadi Partovi, fundador y director ejecutivo de Code.org, una ONG que tiene como objetivo alentar a las personas a aprender ciencias de la computación, declaró que «cuando la gente piensa en la pérdida de empleos debido a la IA, el riesgo no es que las personas pierdan su trabajo debido a la IA, sino que es perder su trabajo ante otra persona que sabe cómo utilizarla. Ese será un desplazamiento mucho mayor. No es que el trabajador sea reemplazado simplemente por un robot o una máquina en la mayoría de los casos, especialmente para trabajos de escritorio, es que algún trabajador mejor educado o más moderno puede hacer ese trabajo porque puede ser dos o tres veces más productivo».

«Lo imperativo es enseñar cómo funcionan las herramientas de IA a todos los ciudadanos, y especialmente a nuestros jóvenes», sostuvo el ejecutivo de Code.org.

Se calcula que la inteligencia generativa actual y otras tecnologías poseen el potencial de automatizar actividades laborales que absorben entre el 60 y el 70% del tiempo de los empleados en la actualidad; lo que significa que esta herramienta puede aumentar sustancialmente la productividad laboral en toda la economía, pero eso requerirá inversiones para apoyar a los trabajadores a medida que cambian de actividad laboral o de trabajo o ayudarlos en su proceso en la incorporación de la IA a sus actividades.

Con respecto a cuánto valor económico puede generar el uso de esta tecnología, desde el Foro Económico Mundial aseguraron que «el impacto de la IA generativa en la productividad podría agregar billones de dólares en valor a la economía global. Una última investigación estima que la IA generativa podría agregar el equivalente de 2,6 billones de dólares a 4,4 billones de dólares anualmente en los 63 casos de uso que se analizaron».

Operaciones de clientes, marketing y ventas, ingeniería de software e investigación y desarrollo son sólo algunas de las áreas donde se ha observado que la Inteligencia Artificial puede agregar valor, así como también la banca, los seguros, la alta tecnología y las ciencias biológicas se encuentran entre las industrias que podrían ver el mayor impacto como porcentaje de sus ingresos de la IA generativa.

«En todo el sector bancario, por ejemplo, la tecnología podría generar un valor equivalente a entre 200.000 y 340.000 millones de dólares adicionales al año si los casos de uso se implementaran por completo», afirman desde el Foro.

Pero, ¿cómo asegurar que los beneficios que propone la inteligencia artificial llegarán a todas las partes del mundo de forma equitativa e inclusiva? Para Cathy Li, Jefe de IA, Datos y Metaverso en el Foro Económico Mundial, «sin una IA inclusiva, el desarrollo sostenible es imposible».

«Para compensar, los gobiernos, los líderes del sector privado y los expertos técnicos deben generar apoyo y crear reglas y normas para el desarrollo, la distribución y el acceso equitativos a la IA. También deberán considerar una serie de otras cuestiones, entre ellas la parcialidad, la privacidad, la necesidad de una terminología compartida y precisa, la rendición de cuentas, la transparencia y el desarrollo de la confianza», aseguró la experta.

Desde SAP, sugirieron la creación de un comité directivo a nivel de CEO para garantizar que la integración de la IA se ajuste a los objetivos corporativos, reciba los recursos necesarios y fomente la confianza en la organización (empresas como JPMorgan, Starbucks y LEGO ya crearon sus propios comités directivos de IA). «Esto ayuda a introducir los principios éticos de la IA y garantizar un desarrollo fiable de la tecnología», resaltaron los ejecutivos de la multinacional en Davos, Walter Sun y Amogh Umbarkar.

Y en segundo orden, crear una cultura de «innovación perpetua», léase, un enfoque continuo y constante hacia la innovación. combinando procesos predecibles, estables y escalables con exploración y agilidad. Se trata de una estrategia bimodal, como actualmente lo hace Nike, quienes «mantienen un enfoque dual en la mejora de productos bandera y la exploración de tendencias de mercado disruptivas, garantizando un equilibrio dinámico entre mantener el resultado y crecer de forma pionera».

En cuanto a la faz política, el Secretario General de la ONU, António Guterres, planteó en Davos el «doble peligro» del caos climático y la IA generativa.

«Aún no disponemos de una estrategia mundial eficaz para hacer frente a ninguno de los dos, y las divisiones geopolíticas nos impiden unirnos en torno a soluciones globales”, alertó.

En su discurso, la presidenta de Suiza, Viola Amherd, habló en favor de una “gobernanza mundial de la IA”, y hasta el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, evidenció su preocupación por el auge de los videos falsos generados por IA en los que se le ve vendiendo criptomonedas.

Arati Prabhakar, Directora de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, destacó la nueva orden ejecutiva sobre IA de Estados Unidos, a la vez que los líderes europeos ponderaron su reciente acuerdo sobre la Ley de IA de la Unión Europea como una señal de su influencia en el futuro de la legislación sobre este tema.

El mundo de la Inteligencia Artificial ofrece demasiados atractivos y beneficios, así como también abre un panorama de riesgos. Para un buen uso de la misma, es necesario que los organismos gubernamentales de cada nación que quieran implementarla sigan discutiendo y proponiendo parámetros y reglamentaciones, para que la IA se transforme en una verdadera herramienta de transformación y no en un dolor de cabeza.