Tradicionalmente, el asegurador, siempre fue un sector complejo para la comunicación externa. Por su propia naturaleza y lo específico de sus tecnicismos, no es fácil transmitir un mensaje claro, sencillo y atractivo para tentar a los posibles asegurados. Sin embargo, tanto en la publicidad tradicional como con acciones de Relaciones Públicas y Prensa, en los últimos años se dieron cambios que lograron una comunicación más “cercana” de las aseguradoras con la gente.
Desde hace algún tiempo, el ámbito asegurador tiene en cuenta -dentro de sus prioridades- incluir estrategias de comunicación integradas que le permitan alcanzar sus propios objetivos. Promover la cultura del seguro y aumentar la conciencia aseguradora, supone un ejercicio de planificación estratégica que define la necesidad de apoyarse en la implantación de procesos de comunicación, dinámicos y efectivos que determinen un cambio de percepción frente al sector.
Es así cómo se produce un giro en las compañías aseguradoras, que toman conciencia de las falencias en esta materia, e inciden, desde entonces, en la importancia de desarrollar buenas estrategias de comunicación integrada, que simplifiquen la comprensión de los conceptos más teóricos y aproximen el sector, a través de un lenguaje mucho más sencillo y atractivo para lograr la esperada “concientización”.
Pero la esencia de la comunicación sigue siendo humana y muy elemental: un emisor que brinda un mensaje a un receptor para que éste lo entienda. Así de fácil, así de complejo. Nuestros días están llenos de mensajes que no se entienden. De emisores que hablan sin que nadie los escuche y de receptores que se aburren con los millones de mensajes que les llegan a diario, por diferentes canales y en los que no tienen el menor interés. Lo que se recuerda es lo que toca los sentimientos, lo que traspasa la barrera de la mente, lo que crea empatía e identificación. Los mensajes fríos, por muy entendibles que resulten, no “llegan” ni consiguen cambiar conductas o modificar hábitos, ni generar adhesiones. Las campañas de comunicación que tienen éxito son aquellas que logran tocar la fibra íntima. Y esto el sector asegurador lo está comprendiendo y hay varios ejemplos en las actuales campañas publicitarias argentinas.