Se calcula que existen más de 23 mil millones de dispositivos conectados en todo el mundo. Según informa el portal de estadísticas Statista, en 2025 esta cifra podría superar los 75 mil millones de dólares.
Los datos asombran y tienen gran impacto en la economía mundial. Sólo en 2016 se facturaron USD 157 mil millones de dólares en Internet de las Cosas, que en inglés se abrevia IoT. El concepto se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet, y para 2020 se estima llegar a los 457 mil millones de dólares.
Según Infobae, cuando se habla de IoT no sólo se debe pensar en el celular o en los electrodomésticos, sino que las fábricas, transportes, logística y servicios públicos lideran la industria. Los vehículos, cámaras de seguridad, heladeras o postes de luz generan un gran universo digital.
La consultora IDC cree que en 2025 se producirán 180 Zettabytes de datos diarios. Para tener una dimensión de la capacidad de almacenamiento de un Zettabyte, podríamos guardar el equivalente a 17.200 millones de iPhones de 64 GB, o si grabáramos una película HD a 1080p y nos ocupara 1 ZB, su duración sería de nada más y nada menos que 36 millones de años. Con sólo 125 ZB podríamos grabar en HD la historia entera del planeta Tierra, en tiempo real, desde su formación hasta el día de hoy -necesitaríamos también una máquina del tiempo, pero eso ya es otro tema, explica el sitio Computer Hoy.
Los beneficios de Internet de las Cosas
IoT implica varios elementos: sensores que permiten medir y transmitir datos, almacenamiento en la nube y procesamiento de esa información, para finalmente tomar decisiones y hacer predicciones.
Los dispositivos conectados permiten una ahorro energético de hasta el 65%, un aumento de la productividad del 50% y otro tanto a la hora de analizar fiabilidad, según destacaron en el Innovation Summit 2018 de París.
Según señaló Jean Pascal Tricoire, CEO de Schneider Electric, los sensores pueden predecir posibles fallas de transformadores y eso reducirá entre un 70% y 100% los incidentes, representando una mayor efectividad y disponibilidad de recursos.
Desafíos y perspectivas
Ciberseguridad: una de las principales preocupaciones a la hora de analizar ciudades inteligentes u hogares conectados, es la seguridad.
Conexión: el 5G es la clave en IoT ya que reducirá el tiempo de respuesta. Este tipo de conectividad recién comenzará a llegar de manera limitada a USA y España en 2019. El resto del mundo tendrá que esperar hasta 2020.
Uso de datos: apenas el 10% de los datos recogidos a través de Internet de las Cosas son utilizados de manera adecuada.