En apenas dos meses, Chat GPT ha cautivado a más de 100 millones de usuarios. Esta inteligencia artificial generativa ha revolucionado el mundo desde su aparición en noviembre del año pasado. Con habilidades que abarcan desde producir textos y llevar adelante conversaciones hasta escribir códigos de programación, el Chat GPT demostró una velocidad sorprendente y una capacidad de respuesta que da la sensación de ser «humana».
Las reacciones ante esta novedad fueron diversas. En un extremo se encuentran quienes creen que se trata de una suerte de “solución universal”. Es decir, una herramienta capaz de resolver todos los problemas casi por arte de magia. De otro lado, están quienes aseguran que el cambio no va a ser tan drástico. Para Evandro Armelín, Head de Data y Analytics de NTT DATA Américas, esto tenderá al equilibrio: “La IA no va a dominar el mundo, pero tampoco va a convertirse en una moda pasajera. La realidad muestra que esto cambiará la forma en que trabajamos, nos comunicamos, estudiamos, nos entretenemos y hacemos nuestras actividades cotidianas”.
Ante la pregunta de qué debemos hacer al respecto, el experto aconsejó conocer la tecnología e instó a las personas a capacitarse para entender sus alcances y limitaciones, como así también generar expectativas razonables respecto de lo que puede hacer y lo que no. “Hacernos todas estas preguntas nos va a ayudar a desmitificar este momento de incertidumbre y prepararnos mejor para lo que viene. Los líderes de las organizaciones deben enfocarse en que todos los miembros de sus equipos reciban la formación adecuada”, sostuvo.
La importancia de la perspectiva humana
Además, Armelín recomendó poner la mirada un poco más allá en el horizonte y asumir que en el mediano y el largo plazo, una parte importante de las actividades que actualmente se desarrollan de manera manual serán automatizables y que otra parte, seguirá siendo realizada por humanos, pero con el soporte y la participación de la IA. En este sentido, destacó el surgimiento de un nuevo concepto de “equipo de trabajo”.
Debemos repensar el valor agregado humano que aportamos a todo lo que hacemos: entender problemas, desarrollar empatía o imaginar soluciones. “Los modelos de lenguaje no tienen la capacidad autónoma de tomar decisiones éticas o morales ni garantizan, por el momento, la veracidad y la precisión al 100% de las respuestas que generan. La perspectiva humana continúa siendo indispensable”, subrayó el Head de Data y Analytics de NTT DATA Américas.
En cuanto al futuro de la IA generativa, Armelin enfatizó que no debe verse como una tecnología aislada, sino que se integrará en todos los procesos, funciones y herramientas. «En el mundo de las organizaciones, las opciones se simplificarán en dos: aquellas que capitalizarán el potencial inabarcable de la IA generativa y aquellas que, por no hacerlo, quedarán inexorablemente fuera del mercado», advirtió.
La inteligencia artificial generativa ya está entre nosotros y su impacto en todos los órdenes de la vida es indiscutible (y difícil de medir aún). Cuanto más preparados estemos, mejor podremos aprovecharla.