El sector autopartista sigue sufriendo la inestabilidad del Mercosur y, a pesar del enfriamiento de la industria automotriz de la región y, en particular, de la Argentina, continúa acumulando uno de los déficits en su balanza más grande de la economía local -según informó el diario El Cronista-.
El medio informó que así lo revela un informe de IES Consultores, que refleja que en los primeros nueve meses de 2014, el comercio exterior del sector de autopartes evidenció una contención en las importaciones junto con un retroceso aún mayor de las exportaciones. Las ventas externas presentaron una contracción del 20,4% en valores respecto de los mismos meses de 2013, con solo 1.694 millones de dólares. La contracara son las importaciones que también mostraron una caída, un poco más atenuada, ya que, con u$s 8.089 millones, se redujeron 17,4 por ciento. En este contexto de caída de las ventas al exterior pero también de freno de las compras, el saldo comercial negativo que arroja el informe es de u$s 6.395 millones, lo que marca una 16,6% de caída interanual.
Aunque el dato por sí solo no representa mucho, la mejor forma de medirlo es comparado con el comercio exterior de algún otro segmento de la economía. IES Consultores lo hizo con el del sector energético, y muestra como dato relevante que el déficit autopartista supera el registrado en ese segmento, lo cual da una idea de su relevancia en el comercio exterior argentino. Además, según el trabajo de IES ya representa el 28,3% del déficit global de las manufacturas industriales en lo que va del año.
Aunque la balanza comercial negativa del sector significa que se importa más de lo que se exporta, lo que subyace detrás de este dato es otro problema además del de la salida de divisas que es de la integración nacional.
El informe presentado ayer por la consultora explica que, si se compara la producción de automotores entre 2013 y 2012, el crecimiento trepó al 3,5% (y se mantuvo estable en su valor en dólares), en tanto que la importación de autopartes entre esos períodos creció 3,9%, lo cual parecería indicar una estabilidad o leve retroceso en la integración nacional, probablemente por el escaso desarrollo de nuevos modelos, por lo cual el porcentaje de utilización de partes importadas se mantiene elevado.
En un período más largo, entre 2003 y 2013, mientras la importación de partes creció un 497%, la producción de automotores lo hizo en un 368%, lo cual refleja el mismo fenómeno. A tal punto, que por cada vehículo producido se importan autopartes por cerca de u$s 9.000 a u$s 10.000, considerando el total de 2013 y con una participación del mercado de reposición del 40 por ciento.
Esa participación se habría elevado 22% en los nueve primeros meses de 2014 a cerca de u$s 11.000, teniendo en cuenta la mayor caída de la producción de autopartes respecto de la registrada en la producción.
Gran parte de esos u$s 11.000 provienen de Brasil que continúa siendo el principal proveedor extranjero con 31,1% de participación; seguido por China, con 16,5%, que desplazó a Alemania al tercer lugar, con el 9%, al que siguieron los Estados Unidos (8%).