En el último informe realizado por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) sobre una muestra al azar de 310 unidades, casi el 34% de los transportistas registran al menos un acta de infracción.
Se trata de 104 vehículos que entre todos reúnen 179 actas por faltas de tránsito, lo que hace un promedio de algo más de dos infracciones por cada vehículo. Sin embargo, la realidad muestra que algunos vehículos superan las siete faltas.
La cantidad de faltas es preocupante, pero el detalle muestra que algunos transportes reinciden en los mismos errores una y otra vez”, señala Diego Cosentino, Gerente Regional de FIA Región IV.
Del análisis se desprende que 3 de cada 10 infracciones corresponden a faltas graves, como cruzar semáforos en rojo, superar los límites de velocidad establecidos o conducir hablando por celular.
El control del Estado ayuda, pero se trata de un problema de conciencia. Transportistas y padres debemos cuidar y revisar constantemente nuestra conducta vial para no comprometer el futuro de los niños”, explica Cosentino. “Los padres también debemos hacer nuestro aporte. De hecho, una forma de colaborar responsablemente es constatar las condiciones de seguridad en que se encuentra el vehículo que transportará a los niños”, completa el ejecutivo.
En Argentina, uno de los países con especificaciones en la materia, la ley 24.449 señala que además de llevar un adulto para el control, no puede haber más niños que asientos y que deben contar con cinturón de seguridad combinados e inerciales, de uso obligatorio en todos los asientos del vehículo.
Desde FIA Región IV recomendamos entre otras cosas, prestar especial atención al uso y estado de los cinturones, los cuales deben ser renovados para asegurar que, frente a un impacto, los menores no sufran mayores perjuicios”, alerta el ejecutivo de FIA Región IV.
Según el estudio realizado por FIA Región IV para el resto de Latinoamérica, sólo 11 países disponen de regulaciones sobre el transporte escolar y cuentan con escasos lineamientos técnicos para la seguridad del niño pasajero.