Como bien sabemos, el uso desproporcionado de productos derivados del petróleo ha desarrollado diferentes problemas de contaminación. Los plásticos y desperdicios se acumulan en mares y ríos, mientras que los combustibles, junto con el gas y otras fuentes de energía con origen fósil, generan emisiones de efecto invernadero que aportan cifras negativas al calentamiento global.
El escenario no es alentador y aún cuando gran parte de los países del mundo han suscrito el acuerdo de París, que compromete a las naciones a reducir a la mitad su generación de emisiones de carbono hacia 2030, estas aumentarán en 14% para este año a nivel global, según lo ha manifestado el secretario general de las Naciones Unidas, António Manuel Guterres de Oliveira.
Como parte de las soluciones para contrarrestar la huella de carbono y los efectos del calentamiento global los autos eléctricos o híbridos representan una alternativa , aún cuando para su producción también se requieren componentes plásticos y su fabricación implica un gasto de combustibles y otros recursos. En funcionamiento, estos vehículos son capaces de reducir las emisiones que se arrojan a la atmósfera entre un 20 y 30 por ciento en comparación con los de combustión interna tradicional.
Pero si bien las ventajas que los autos híbridos y eléctricos traen al medioambiente son reconocidas por la gente, existen razones para que su venta y uso generalizado sea todavía en pequeña escala y uno de los motivos principales son sus altos costos.
Un estudio realizado por 123Seguro entre los consumidores en Argentina muestra que aunque el 49% de los entrevistados estaría de acuerdo con que haya un uso cada vez más generalizado de autos híbridos o eléctricos, el 68% elegiría uno de gasolina. El costo se coloca como la razón principal (39%) por la cual las personas optarán por un vehículo convencional.
Mientras que el auto híbrido de la marca Toyota más económico se puede encontrar por un costo aproximado de 42 mil dólares, existen modelos a gasolina de la misma armadora desde 19 mil dólares. Tal pareciera que hablamos de un mercado de categoría premium y no de una prioridad para el sector automotriz de introducir tecnología menos invasiva para el medio ambiente.
Otro factor que involucra al mercado automotriz, la movilidad y la sostenibilidad es la periodicidad con que los automovilistas cambian sus vehículos, y es que entre mayor sea la frecuencia de renovación, mayor puede ser el gasto de recursos que esto implica. De todos modos, en Argentina son largos los lapsos de rotación y hasta el 67% de los conductores demora más de cinco años para comprar un nuevo vehículo, mientras que sólo el 9% lo hace en menos de tres años.
Acerca de una conducción más efectiva, el 54% permitiría que una compañía de seguro le ofrezca tarifas más bajas por su buena conducción. La integración de tecnologías limpias podría integrarse dentro de esta oferta de beneficios.
Es mucho el camino que hay que atravesar para alcanzar una movilidad verdaderamente sustentable y libre de emisiones contaminantes a precios accesibles. A pesar de que las opciones móviles con menor impacto ambiental ya están disponibles para un número cada vez mayor de consumidores y aún cuando la tecnología va desarrollando cada vez más alternativas, lo cierto es que en la Argentina la percepción de intención de los usuarios hacia la movilidad totalmente híbrida o eléctrica todavía se vislumbra lejano.