El año pasado, el estacionamiento en lugares prohibidos ocupó el primer lugar entre las faltas de tránsito sancionadas (con 1.230.888 actas labradas), según estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Esto significa que el exceso de velocidad ya no es la infracción más sancionada. Este tipo de falta ocupó el segundo lugar del ranking (con 671.255 actas). En total, más de la mitad del total de las infracciones sancionadas fueron por estacionar en lugares prohibidos (un 27,24% más que en 2013). Y por exceso de velocidad se labraron un 36,13% menos que en 2013, cuando habían superado el millón de infracciones.
Después de cuatro años, es la primera vez que el número de infracciones por estacionamiento en lugares prohibidos supera al de exceso de velocidad. Asimismo, una de las faltas que ahora figuran dentro de las cinco más cometidas es no usar el cinturón de seguridad, con más de 27.000 actas labradas.
Otro dato interesante es que continúa la tendencia a la baja en el número de actas labradas. El año pasado sumaron 2.333.374, unas 500.000 menos que en 2013.
Estos datos fueron publicados por el Diario La Nación. El medio consulto a especialistas en el tema al respecto. Algunos consideran que son resultado de acertadas políticas de control aplicadas por la Ciudad. Otros opinan que estos números son relativos y creen que en las calles se sabe que la conducta de los automovilistas está muy lejos de mejorar.
Por ejemplo, para Alberto Silveira, presidente de la ONG Luchemos por la Vida, el incremento de infracciones por mal estacionamiento tiene relación con el sistema de acarreo de autos, que actualmente está manejado por empresas privadas. «Esas empresas han aumentado la cantidad de actas labradas porque los otros controles, como los que realizan los agentes de tránsito, han disminuido», remarcó.
Silveira ve con preocupación la disminución del número global de actas. Sostiene que esta situación es producto de que no se aplican correctamente los controles. Consideró que la solución debería orientarse en repotenciar las inspecciones y operativos en todos los niveles del circuito de transporte.
Por el contrario, Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano, opinó que las estadísticas de las infracciones muestran que la estrategia de la Ciudad está focalizada en reducir la cantidad de faltas por estacionamiento en lugares prohibidos. Además, destaca que la política disuasiva de aumentar el precio de las multas en determinadas infracciones ha sido exitosa.
En relación con la poca cantidad de actas labradas en comparación con los años anteriores, Pons sostuvo: «Es resultado del plan disuasorio, que está funcionando. No es que haya más multas para que estemos mejor en las calles», expresó.
En tanto, el subsecretario de Transporte de la Ciudad, Guillermo Dietrich, niega que se hayan reducido los controles en el tránsito.
Con respecto al descenso de actas labradas manualmente, cuestionado por Luchemos por la Vida, Dietrich respondió que, por el contrario, las actas electrónicas han disminuido y las manuales se han incrementado. «Un ejemplo de ello es el aumento de los controles de alcoholemia: este año se hicieron más de 230.000 controles de alcoholemia, un 29% más respecto del año pasado. Un caso similar se da con la retención de licencias. La principal razón de retención fue la violación de luz roja, que se controla con seis postas de control por día, tres en cada turno», explicó el subsecretario.
A pesar del aumento de las infracciones manuales que señala la Ciudad, el número de infracciones electrónicas sigue siendo mayor. El año pasado se registraron 1.659.313 fotomultas, que representan el 75% del total de las infracciones. Las actas labradas manualmente sólo sumaron 566.818, lo que equivale al 25% del total.