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En el último año los casos de fraude en seguros pasaron de 7 a 45 en España

El número de tramas organizadas dedicadas a estafar al seguro ha crecido un 500% en el último año, pasando de siete casos a 45 en España. Un artículo del portal español Elmundo.es advierte sobre el asombroso aumento del fraude en los últimos años e indica que el engaño se ha profesionalizado.

Ésta es una de las conclusiones del II Mapa del fraude en España elaborado por AXA, donde se constata que en la zona de Levante se registra una mayor incidencia de casos y que en Andalucía el fraude ha aumentado un 50% en los dos últimos años.

Se informa que UNESPA estimó en 151.995 el número de intentos de fraude en España en 2013 en los que se reclamaban indemnizaciones por valor de € 573 millones. De esta cantidad las aseguradoras sólo abonaron €161 millones, que era la cantidad real a la que se tenía derecho.

Indican que hay tres tipologías de fraude a las compañías de seguro. Elocasional u oportunista es aquel que aprovecha un siniestro para introducir daños preexistentes. Es la práctica más común en España y supone el 57% del total. También es de menor intensidad ya que en la mayoría de estos casos se reclaman importes inferiores a los 600 euros.

El fraude premeditado representa el 42% de los casos y quien lo perpetra espera obtener un beneficio cercano a los €4.500. Por último está el profesional, que aunque se da en sólo un 1% del total de los casos, es el que más preocupa a las aseguradoras porque es más difícil de detectar y es el que está experimentando un mayor repunte.

El ramo que más intentos de fraude concentra, según el estudio de Axa, es el de Auto, con más de un 67%, seguido de Multiriesgos (Hogar, Comercio, Oficinas y Comunidades). Durante el pasado año crecieron los intentos de estafa en los que los daños que se reclaman no tienen nada que ver con el siniestro.

Detrás de este aumento de estos delitos está la crisis económica. Las zonas más deprimidas o con mayor tasa de paro son las que registran mayores casos.

Uno de los más comunes es el de simular una lesión cuando ya había una dolencia preexistente. Estos episodios han crecido un 233% en los últimos dos años y los casos de latigazo cervical que no eran tales se han disparado un 40% desde 2012.

También llama la atención el aumento del 63% de los casos fraudulentos en los que se reclaman indemnizaciones como consecuencia de los efectos del viento.

Otra tipología es aquella en la que feriantes y propietarios de talleres se encargan de comprar vehículos en mal estado para fingir robos, incendios o siniestros totales y sacar un beneficio económico.