Los agricultores solicitan un subsidio para las primas del seguro de cosechas, mayoritariamente del cultivo de arroz, debido a que es el requisito de los bancos para concederles financiamiento y porque el cambio climático está afectando.
El cambio climático no es un fenómeno exclusivo de Costa Rica y, por ende, no es factor que necesariamente ponga en desventaja competitiva con otros países.
Los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Costa Rica entre ellos, han aceptado como norma no recurrir a subsidios para tomar ventaja competitiva, pues su adopción generalizada constituye un juego a suma negativa; es decir, uno en que todos terminarían perdiendo, asegura una nota de El Financiero.
La más reciente propuesta consiste en operar con un esquema de seguros colectivos, para agricultores organizados en asociaciones, cooperativas, etc., pues podría aparejar costos administrativos inferiores a los de las pólizas individuales y, por tanto, primas de protección más baja. En consecuencia a esto, se traslada parte del costo de administración a las propias organizaciones y no es claro cuál es el resultado final neto.
Otra propuesta consiste en utilizar recursos del MAG y parte de las reservas del INS para la creación de un “fondo” de pérdidas. Pretenden tomar parte de las utilidades acumuladas del INS a lo largo de su historia empresarial, pero eso equivale a “declarar dividendos” a favor de un subconjunto de ticos y no de la totalidad.
Los seguros de cosechas pueden ser tratados como los demás seguros comerciales y pueden ser objeto del reaseguro internacional estándar, para atender los años de vacas flacas.
Sin embargo, en muchos países, son más que nada esquemas proteccionistas de asistencia a determinados empresarios con un claro componente de subsidio, lo cual no solo se opone a las normas de la OMC, sino que matan el potencial interés de los reaseguradores internacionales de participar.