En el marco del Día Nacional de Seguridad Vial, aunque las Naciones Unidas declararon los años 2011-2020 como el “Decenio de Acción para la Seguridad Vial” y los países integrantes se comprometieron a concretar acciones que conduzcan a disminuir los muertos en el tránsito un 50%, todavía, en Argentina, no se aprecian avances sustentables que acarreen una disminución significativa del número de muertos y heridos. Resulta imprescindible para revertir esta situación lograr, tal como lo recomiendan en una nota de Luchemos por la Vida:
- el uso permanente y generalizado de los cascos en ciclomotores, motocicletas y bicicletas
- el uso permanente y generalizado de los cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil en los demás vehículos automotores
- el cumplimiento permanente y generalizado de los límites de velocidad
- el control permanente y generalizado del consumo de alcohol y/o drogas de los conductores
- el otorgamiento generalizado de la prioridad a los peatones
- el mejoramiento de la infraestructura vial para la seguridad vial de todos los usuarios de la vía pública, en especial, los más vulnerables: niños, peatones, ciclistas y motociclistas
Algunos problemas se agravan:
- Se multiplican los muertos en motocicleta o ciclomotor en todo el país, en muchos de los casos, por no usar el casco, lo que pese a su obligatoriedad, no se controla ni sanciona en la mayoría de las ciudades y pueblos del interior, ni en los alrededores de Buenos Aires.
- Desde 2007 a la fecha, se ha duplicado el uso de los celulares por parte de los conductores, y triplicado entre los peatones, según estudios de Luchemos por la Vida.
- Se promociona el uso masivo de la bicicleta en muchas ciudades, sin controlarse el cumplimiento de las más elementales normas de seguridad para los ciclistas, como el uso del casco, y sin proveerse una infraestructura adecuada de seguridad.
Todas las autoridades nacionales, provinciales y municipales deben asumir su grave responsabilidad en el tema y cada uno de los habitantes tenemos que asumir con responsabilidad y urgencia los cambios personales de conducta en la vía pública para cuidar nuestra vida y las de los demás”, concluyen desde la ONG.