En el transcurso de los últimos treinta años, EAU se han convertido en la segunda economía más grande y diversificada de los países del Consejo de Cooperación del Golfo, gracias a la implementación de un marco legislativo adecuado concerniente a la regulación, las inversiones y las barreras comerciales, que ha permitido la expansión del sector privado. Entre 2000 y 2017, el porcentaje de ingresos petroleros respecto al total ha descendido 7 puntos, situándose en el 53%.
En 2016, las exportaciones de petróleo y de productos petroleros descendieron a 16% del total, frente al 76% en 2000. Las exportaciones de plásticos, madera y papel, piedras preciosas, cemento, productos de transporte y metales han aumentado durante el mismo período.
A pesar de estos resultados positivos, EAU aún no se han integrado en las cadenas de valor mundiales. Sólo los combustibles, los metales, los minerales y las piedras, que representan una parte muy pequeña del sector manufacturero, están integrados. Esta situación impide que las empresas locales implementen un proceso de producción en diferentes países, lo que resulta en una integración limitada en las cadenas de valor mundiales, a pesar de los continuos esfuerzos de diversificación económica y comercial del país.
La iniciativa de la “Ruta de la Seda”: una fuente de oportunidades, y también de riesgos
EAU ha firmado varios acuerdos en materia de comercio e inversión con numerosas economías, entre las cuales China es su favorita, gracias a la iniciativa de la “Ruta de la Seda”, lanzada en 2013. Estos acuerdos podrían estimular el comercio y la inversión y permitir el acceso del país a los mercados más grandes, especialmente en los sectores de la construcción, la metalurgia, el comercio, la logística y los hidrocarburos.
El valor de los intercambios comerciales entre EAU y China alcanzó los 52.700 millones de dólares en 2017, un aumento de 15% respecto al año anterior. El volumen de los intercambios comerciales, exceptuando el petróleo, se elevó a 3.500 millones de dólares, mientras que las importaciones ascendieron a 31.900 millones de dólares. Las exportaciones de los EAU hacia China se componen principalmente de aluminio, fertilizantes químicos, petróleo y polietileno, mientras que las importaciones se componen principalmente de productos textiles y metálicos, indumentaria, maquinaria y electrónica.
En 2018, en el marco de la iniciativa de la “Ruta de la Seda”, el volumen del comercio entre China y EAU, exceptuando el petróleo, debería ascender a 58.000 millones de dólares, ya que dicha iniciativa permitirá a EAU reforzar su posición como centro logístico regional para las exportaciones y la inversión. En conjunto, los dos países ya han firmado 13 acuerdos y memorandos de entendimiento en varios ámbitos, lo que permitirá a los EAU atraer más inversiones procedentes de China, que actualmente no se encuentra entre los 10 primeros inversores directos extranjeros de la federación.
No obstante, la Nueva Ruta de la Seda despierta aún varias preocupaciones. La inestabilidad geopolítica y las tensiones políticas que sufren varios países implicados en este proyecto podrían tener un impacto negativo para EAU, en caso de una crisis regional generalizada. Al mismo tiempo, la desaceleración de la economía china podría afectar a la industria de EAU, ya que conllevaría una caída de la demanda de los productos petrolíferos y petroquímicos. Las nuevas medidas proteccionistas que Estados Unidos ha impuesto a China en el contexto de la actual guerra comercial, podrían afectar al comercio y a los sectores logísticos de EAU.