A medida que Argentina se aproxima a las próximas elecciones presidenciales, programadas para el 22 de octubre, el foco en el crecimiento tecnológico se convierte en un tema crucial para el futuro del país. Y es que tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), entorno cloud, Big Data, Internet de las Cosas (IoT), entre otras, está cambiando la forma de operar no solo de las empresas sino también de los sistemas públicos, permitiendo incluso acortar las barreras de idiomas y operar en los mismos mercados financieros con países de economías más estables. En este sentido, los candidatos presidenciales enfrentan el desafío de abordar las condiciones actuales y diseñar estrategias que impulsen la innovación y la transformación digital como motores fundamentales de desarrollo económico y social.
En el presente, Argentina se encuentra inmersa en un contexto tecnológico dinámico. Según datos del INDEC correspondientes al cuarto trimestre de 2022, el 92,1% de los hogares cuenta con acceso a Internet y el 89,3% de la población mayor de 4 años ya utiliza dispositivos móviles. Asimismo, una encuesta realizada en 2021 por la consultora Glue Executive Search, reveló que el 87,5% de las empresas argentinas están en proceso de transformación digital, con un 71% comenzando antes de 2020 y un 16,5% durante la pandemia de COVID-19. Si bien estas cifras son una muestra del avance de la tecnología en el país diversos especialistas coinciden en que todavía queda mucho por avanzar en comparación con otras naciones de la región en términos de adopción y desarrollo tecnológico.
“Actualmente, el país enfrenta obstáculos en la adopción de nuevas tecnologías que contribuyan al crecimiento económico y social, desde aspectos económicos, hasta educativos y culturales. Bajo este contexto, el rol del gobierno es fundamental para estimular el crecimiento tecnológico. Para ello, se requiere una estrategia integral que considere aspectos clave como la economía, la carga impositiva, la educación, el acceso a créditos y la estabilidad económica. Implementar políticas que fomenten la inversión en investigación y desarrollo, así como en la adopción de tecnologías emergentes, son pasos cruciales”, señaló Pablo Gagliardo, director general de Noventiq Argentina, empresa especializada en transformación digital.
De esta forma, los especialistas señalan cuales son los cinco ejes estratégicos que se deben considerar para el crecimiento tecnológico en Argentina:
- Economía: la situación económica actual afecta la inversión en tecnología, hoy en día incluso muchas PYMES no pueden renovar sus licencias con empresas tecnológicas extranjeras debido al elevado costo que les genera hacer transacciones en moneda extranjera.
- Impuestos: la carga impositiva en Argentina es elevada, por lo que hoy resulta vital revisar y reformar políticas fiscales para alentar a las empresas tecnológicas y atraer nuevos emprendimientos.
- Educación: mejorar la educación en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) es esencial para formar profesionales capacitados y fomentar la innovación. La escasez de talento es un problema que agobia a toda la región pero es prioritario que cada gobierno haga foco en programas e iniciativas que contribuyan a reducir al máximo posible esta escasez.
- Créditos: facilitar el acceso a créditos para startups y empresas tecnológicas, promoviendo la financiación de proyectos innovadores, contribuye a un crecimiento económico y por lo tanto una mayor competitividad tanto a nivel nacional como internacional.
- Estabilidad: la estabilidad política y económica es vital para generar confianza en inversores y emprendedores tecnológicos, esto coloca al país en la mira de nuevos inversores capaces de otorgar nuevas oportunidades laborales y de desarrollo profesional.
Fomentar el crecimiento tecnológico no solo beneficia al sector empresarial, sino que también contribuye a mejorar los servicios públicos, agiliza la administración y favorece el desarrollo económico. La implementación de tecnologías digitales facilita la inclusión social, reduciendo la brecha digital y proporcionando servicios eficientes y personalizados a los ciudadanos. Hoy, sin embargo, enfrentamos desafíos que incluyen la necesidad de abordar la carga impositiva, la falta de acceso a créditos para nuevas empresas y la urgencia de fortalecer la educación en áreas tecnológicas. Superar estos obstáculos es esencial para mantener el impulso tecnológico y aprovechar al máximo sus beneficios.
“El futuro de la tecnología en Argentina depende de la capacidad del país para adaptarse a las demandas cambiantes. Se espera que, con el enfoque adecuado y las políticas respaldadas por la voluntad política, Argentina se consolide como un actor clave en el escenario tecnológico regional e internacional. El país se prepara para una era de innovación y progreso, donde la tecnología se convierte en un motor fundamental para el crecimiento sostenible”, concluyeron desde Noventiq.