Las aseguradoras de automotores como las estadounidenses Progressive, MetroMile, Allstate o State Farm están desarrollando una agresiva política comercial para recompensar a los conductores que mejor conducen y penalizar a sus contrarios. El cliente permite instalar en su vehículo un sensor que informa a la compañía cómo y por dónde conduce. A cambio de esto, los conductores se benefician de descuentos elevados si transitan bien y recorren pocos kilómetros y sino aquellos que no cumplen con las normas son multados, señala una nota de El País.
En España, unos 100.000 automóviles fueron enlazados y en el mundo se conectan 160.000 nuevos vehículos por mes.
Con menos riesgo de accidentes y conductores que podrían ser máquinas debemos estar preparados para adaptar los seguros a estas nuevas realidades», reflexiona Fernando Bueno, director de Innovación y Calidad de Mutua Madrileña.
Cada vez veremos mejores soluciones telemáticas con innovaciones basadas en el big data y analytics que continuarán produciendo una disrupción en el corto plazo en la industria aseguradora permitiendo al asegurador reaccionar más rápidamente frente a los riesgos y capitalizar las oportunidades del mercado», afirma Anton Ossip, consejero delegado de la aseguradora de salud sudafricana Discovery Insure.
En el mercado nacional, Mapfre, Zurich y la firma de renting Lease Plan son algunas de las compañías que comercializan productos conectados a vehículos. Mientras, Línea Directa Aseguradora «no lo descarta en un futuro», adelanta Francisco Valencia, director de gobierno corporativo. Sin embargo, pese a su limitada presencia, nadie duda del potencial de la cobertura a medida.
El cliente podrá elegir incluso el periodo de tiempo que quiere asegurar el vehículo. Que voy a dejarlo una semana en el garaje y esos días no lo necesito, pues no lo contrato; que me voy de vacaciones, lo aseguro. Y la tecnología nos permitirá a las compañías confirmar que eso es así», explica Enrique Huerta, consejero delegado de Liberty Seguros.
Otro ejemplo es el de la compañía aseguradora de salud sudafricana AllLife que cubre a enfermos con patologías graves, pero tratables, como el sida o la diabetes. Ofrece reconocimientos médicos mensuales gratis y si observa que el paciente no ha seguido los consejos médicos le encarece las primas.
También, un programa piloto de la británica Aviva ha demostrado que para identificar los riesgos de salud de sus futuribles asegurados servía lo mismo analizar su comportamiento online y sus hábitos de consumo que hacer un análisis de sangre y de orina.
Desde ya que la irrupción del big data, analytics y los microseguros definen la industria aseguradora del siglo XXI, aunque también hay otras rutas. Aon es uno de los grandes del sector y tiene en claro hacia dónde va el negocio.
Productos que cubren los riesgos cibernéticos, el cambio climático (y sus peligros asociados para eléctricas, hoteleras o el mundo agrario) y problemas de reputación en las empresas», resume Pedro Tomey, director de relaciones institucionales de la firma.