ENTREVISTA 100% SEGURO.- La Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART) nuclea actualmente a 17 de las ART que operan en un sistema que ha vivido una suerte de «montaña rusa» de sucesos en el último tiempo, desde la faz judicial, regulatoria, derivada de la pandemia, el cambio del contexto político-económico y una alta competencia con tarifas siempre por debajo de lo que deberían estar.
Para trazar un balance del año que pasó y entender las prioridades a encarar en este 2025, entrevistamos a la Lic. Mara Bettiol, Presidente de la UART, quien dejó una detallada descripción sobre la actualidad y el futuro del Sistema de Riesgos del Trabajo.
«El 2024 fue un año desafiante desde todo punto de vista, también en lo laboral», arrancó, explicando que «la situación económica recesiva en los primeros meses generó una baja en las cápitas cubiertas, tendencia que luego se amesetó». La incipiente reactivación, si bien selectiva, a su juicio debería comenzar a mostrar algún aumento de empleo, pero admite que son procesos y registros que llevan su tiempo: «Entiendo que los cambios establecidos en la reforma aprobada, más los pendientes, permitirán la incorporación progresiva de más trabajadores dentro de la formalidad. Además, es crucial resolver el tema de la creciente litigiosidad laboral».
Justamente, en cuanto a los principales desafíos planteados en el sector para 2025, la titular de la UART alertó que «el Sistema de Riesgos del Trabajo enfrenta un problema central para su supervivencia y sustentabilidad que es la enorme litigiosidad«.
Y amplió al respecto: «A pesar de la baja sistemática de los siniestros, de la caída drástica de los fallecimientos, de la incorporación de más patologías y de la actualización permanente de las indemnizaciones, las demandas no dejan de crecer, y ese es el principal desafío». Y agregó que, a su vez, «el enorme desfasaje que esta problemática genera en recursos humanos y materiales, sumado al ingreso de nuevos jugadores que carecen de esta pesada mochila judicial, nos coloca en un escenario de tarifas insuficientes«.
«De cara a 2025, este es el mayor desafío a resolver», se sinceró.
En referencia a las principales acciones encaradas desde la UART y que se reforzarán en el nuevo año, Bettiol comentó que desde la entidad «hemos llevado el alerta y el reclamo por la instalación de los Cuerpos Médicos Forenses, instancia que entendemos será la solución para la alta litigiosidad, a todos los foros e instituciones posibles, así como hemos mantenido una fuerte estrategia de presencia/denuncia de esta problemática constante en los medios de comunicación». Asimismo, otras instituciones de la sociedad civil de peso y alta representatividad se han sumado a este reclamo de acotar la exacerbada judicialidad laboral. «Quizás la habilitación del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como instancia previa a la Corte pueda agilizar este proceso«, destacó (ver nota).
«Los Cuerpos Médicos Forenses son una exigencia de la Ley 27.348 que aún la Justicia, quien debe hacerlo, no ha resuelto. Los otros protagonistas de este sistema han cumplido con sus compromisos, pero justamente la Justicia está en falta. Otra paradoja más. Inexplicable», criticó.
Y continuó: «El propósito es ordenar el sistema pericial, otorgándole atributos de previsibilidad, profesionalidad, calidad de gestión, herramientas de ponderación de daños, equidad en sus resoluciones, entre otros». Respecto de cómo lograr este objetivo, la Presidente de la UART enumeró tres ítems:
- Que los peritos sean elegidos por concurso de antecedentes y no por anotación en un listado y luego asignados por sorteo a las causas.
- Que sus honorarios se desacoplen del monto de la sentencia y que sean por sueldo o bien por acto médico. Está comprobado que en las provincias donde los peritos cobran sueldo (Salta, Río Negro) las demandas son muchas menos que en las provincias circundantes con economías semejantes.
- Que utilicen el Baremo para determinar los porcentajes de incapacidad remanentes de una enfermedad profesional o accidente laboral, al igual que lo hacen las Comisiones Médicas intrasistema. Conseguir esa paridad de mira entre ambas instancias (administrativa y judicial) haría innecesario litigar.
«Este es nuestro gran pendiente», confesó Bettiol.
Finalmente, le consultamos qué debería hacer el Sistema de Riesgos del Trabajo para aprovechar este nuevo ciclo político-económico de la Argentina. Frente a esto, respondió que «una vez resuelto o encarrilado el tema de la litigiosidad, el sistema y las ART se encuentran altamente preparados para incorporar a la población aún no cubierta, ya sea porque se trata de trabajadores informales o ya sea porque se trata de autónomos». Y cerró: «Hay 10 millones de trabajadores que podrían sumarse y acceder a los beneficios. El sistema así duplicaría su alcance y los beneficios de su cobertura».