En los últimos años, las aseguradoras avanzan en el desarrollo tecnológico para expandirse en la industria y además, de poner al cliente en el centro de sus decisiones, tal como señala una publicación de El Cronista Comercial.
En el país, cada empresa aseguradora propone implementar nuevas aplicaciones para hacer más eficiente el trabajo. Tal es el caso de Sistran, quien ofrece un sistema de administración de pólizas de seguros, manejo digital de documentos, inteligencia de negocios y gestión de clientes e integración de plataformas.
Buscamos solucionar todos los procesos de negocios de las aseguradoras», como «crear fácilmente productos comerciales para ponerlos a disposición de sus canales de venta para realizar cotizaciones y emisiones por la web. También, habilita la administración de cobranzas y pagos, siniestros, reaseguros y gestión de la contabilidad, hasta la generación de reportes a la SSN «, explica Gonzalo Geijo, Business Development Manager de la firma.
«Las firmas están comenzando a invertir en un recambio tecnológico ya que han quedado relegadas en cuanto a innovación versus otros mercados de América latina», agrega Geijo.
Por su parte, Gustavo Guaragna, presidente y CEO de Snoop Consulting, dice: «Ofrecemos proyectos de desarrollo sobre diferentes plataformas, utilizando herramientas, tecnologías y metodologías de última generación que facilitan la construcción de aplicaciones basadas en estándares».
Otra de las empresas de tecnología aplicada es Inworx, que se focaliza en el sector de brokers.»Nuestros productos permiten la administración de carteras de seguros para intermediarios y cubren el 100% de la operatoria, desde cotización hasta la administración de siniestros», señala su CEO y presidente, Leonardo Mato.
Por último, Marcelo Swinyard, especialista de la industria del seguro de IBM Argentina, señala de acuerdo a una nota de El Cronista Comercial, que la Big Blue trabaja con foco en las cinco megatendencias de IT: analytics, cloud, social, mobile y seguridad y subraya que, hoy, los clientes atraviesan un cambio radical que los hizo mucho más exigentes, dado que «modificaron su conducta a través de Internet y sus smartphones».
