A continuación, reproducimos una columna publicada en el diario El Informe de Venado Tuerto, donde se describe la “figura del productor asesor de seguros” con el rol protagónico de “Miguelito”.
A la gente en los pueblos y en los barrios de las ciudades no le interesa tanto con qué compañía está asegurado, sino quién es el productor de seguros que lo atienda.
Porque sabe que Miguelito (nombre imaginario) lo atiende bien, va a cobrarle a su propia vivienda, lo asesora, lo escucha, toma mate o café en la cocina de casa, aconseja prevención, a veces, hasta si no tiene dinero, le paga la cuota, con tal de no dejarlo sin cobertura.
En la estructura del mercado asegurador, Miguelito, es más importante y más marketinero que cualquier compañía de seguros porque el asegurado consciente sabe que si sufre un siniestro en la ruta a las 3 de la mañana, con frío o lluvia, Miguelito va a estar a su lado.
Será también quien, si su asegurado le mintió y dio la cara por él, se ganará el odio de por vida de la otra parte involucrada en el siniestro. Y Miguelito, toda vez que se cruce con esa gente por la calle verá qué dura es la gente cuando califica al productor asesor de seguros. También verá que el odio es de por vida y se preguntará ¿Si está enojado, porque no me lo dice en la cara y aclaramos? Pero la gente prefiere enojarse y no verse cara a cara.
Miguelito estará donde nunca está un 0800, no será como esos brókers de seguros que los viernes, sábados o domingos por la noche no contestan.
De la misma manera, Miguelito relatará: «Cuando estás en la ruta, la ciudad o en tu pueblo con un muerto en la calle no vienen el banco que vende seguros o la concesionaría de automóviles o los brókers al lugar». En la calle y con un muerto, están los Miguelitos que le resolverán el problema con el coraje necesario para aguantarse todo (insultos, gritos, llantos y hasta peleas). Ahí es cuando se ve quién te acompaña, y muchos a los que nunca les había sucedido alguna situación de este estilo se da cuenta de la diferencia.
Miguelito es quien cuando llega a actuar en un siniestro la multitud curiosa le abre paso para dejarlo pasar… ¿Saben por qué? porque se ganó el respeto de todos, el cariño de muchos y hasta la muerte será la figura más respetada del mercado asegurador.