ENTREVISTA 100% SEGURO.- Hoy, luego de la pandemia del Covid-19 en la que la digitalización de las relaciones laborales se dio de manera repentina, todos los sectores de la economía enfrentan un cambio de era que nos pide resignificar el trabajo. Así lo explica en diálogo con 100% SEGURO Lorena Marino, fundadora de la consultora Crear Valor Juntos, que asesora al sector público y privado en los procesos de desarrollo de sus líderes y equipos de trabajo.
El año pasado tuvimos que experimentar un proceso de digitalización de las relaciones laborales y, tras la pandemia, en este 2021, enfrentamos el surgimiento de los llamados “entornos híbridos”, que combinan el teletrabajo con la presencialidad. De esta manera, hoy, las organizaciones están implementando distintos modelos: algunas eligen continuar en forma remota, otras van por una combinación de lo digital y lo presencial, y hay casos en los que se opta por volver al modelo 100% en persona.
“Más allá de cuántas veces se tenga contacto físico con los integrantes del equipo, la empatía, la escucha, el contacto permanente por canales alternativos, se vuelven esenciales para que los modelos funcionen”, destaca Marino.
Y es que hay un elemento común que atraviesa a todas estas organizaciones sin distinción: un cambio en los objetivos de las personas, que enfrentan la llamada “nueva normalidad” transformadas, y la consecuente y necesaria mutación de los cargos de liderazgo, que deben estar a la altura de esta realidad.
“El nuevo mundo del trabajo pone por delante a las personas y el propósito que se plantean en ese recorrido laboral. Además, los mecanismos de control se trasformaron durante la pandemia y eso pone en escena más que nunca la figura del compromiso con la tarea desempeñada”, detalla la especialista.
La organización del tiempo en estos dos años pasó a estar en manos de las personas. “Antes, los tiempos los marcaban las organizaciones y, hoy, las personas”, resume esta licenciada en Comunicación que, a raíz de su experiencia en el mundo del trabajo público y privado se fue volcando hacia el mundo del mentoreo y el coaching.
En este nuevo contexto que describe Marino, “el tiempo laboral y el personal ya no están tan divididos”. Ambos se combinan y aprendimos a trabajar en nuestros espacios personales, con nuestras familias presentes.
En ese entorno, el liderazgo, la motivación y la generación de cercanía pasan a ser centrales. Y, en lo que respecta a la industria del seguro, en particular, donde los Productores Asesores de Seguros tienen un rol esencial, el desafío es doble.
El PAS no trabaja en la empresa desde siempre y es el principal nexo con el cliente. Si bien esta es una modalidad de vieja data, el nuevo contexto replantea este vínculo a través del entorno digital y Marino señala que es clave instalar “la necesidad de un propósito común”. Así, se inicia el camino hacia un mensaje unificado, que tiende hacia una experiencia del cliente más uniforme en un contexto en el que se habla mucho también de ir hacia un modelo cliente-céntrico.
“Es muy importante que la comunicación sea pareja para todos. Los PAS deben contar con toda la información para que la comunicación y el propósito de los equipos, que es lo que los une, sean coherentes y generen sinergia entre todos los eslabones de la cadena del seguro”, afirma la experta.
Y, en el caso de esta industria, otro fuerte desafío que se presenta para las organizaciones es la de convivencia generacional. “En el mundo del seguro es muy marcada esta realidad porque hay personas con años de carrera que conviven con los más jóvenes”, describe Marino.
Así, advierte que, muchas veces, se observa una exaltación del rol de los millennials, pero que es importante tener en cuenta que los perfiles más experimentados son muy relevantes para la construcción de futuro y el crecimiento de una empresa a través de la transmisión del conocimiento y la experiencia.
Lo cierto es que, por estos días, hay equipos de trabajo que se han conformado en el entorno digital y cuando esos grupos se encuentran, queda a las claras que la experiencia es totalmente diferente. Por eso, se hace más relevante que nunca la necesidad de espacios de intercambio, independientemente de que se elija un esquema híbrido o uno digital.
Y para los líderes y los colaboradores son momentos de enormes desafíos. Las habilidades que se requieren son otras porque la empatía, la escucha, el diálogo y los acuerdos son centrales.
“Es un momento para liderazgos más cercanos con el foco puesto en las personas”, resalta Marino.
Y afirma que, para lograrla es clave conocer a los colaboradores, poder compartir con otro las dificultades que tenemos en el trabajo, escuchar y entender las necesidades, interactuar con los colaboradores, y seguir generando espacios de reuniones.
“Hay que ir desde un liderazgo con foco puesto en los resultados hacia uno con el foco puesto en las personas”, concluye.
Así, enfatiza que estamos ante una oportunidad única ante la resignificación del mundo del trabajo y la industria del seguro, donde las personas son centrales desde siempre, y hoy más que nunca.