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El nuevo mandato automotriz: pasar de construir productos a construir negocios

La innovación impacta en el mercado automotor de una manera muy veloz, y aquellos que no se adapten a ella y no propongan nuevas tendencias de crecimiento quedarán atrás en la carrera. Los titulares de la industria automotriz y sus proveedores deben desarrollar nuevas oportunidades de crecimiento para defenderse de los atacantes innovadores si es que no quieren perderse de nada. En un  informe realizado por McKinsey & Company, se busca demostrar por qué es importante estar actualizado en términos de negocios y las ventajas que esto produce en las empresas de un sector clave para la economía en general y el mercado asegurador en particular.

La creación de nuevos negocios es uno de los cinco puntos principales de la agenda

Los líderes corporativos se centran cada vez más en construir y ampliar nuevos negocios y tienen razón al priorizarlo: las empresas que se enfocan en construir nuevos negocios superan significativamente a sus pares. Superan sus mercados con mayor frecuencia y en mayor medida que los competidores que persiguen estrategias de crecimiento orgánico. Según la investigación de McKinsey, más del 45 por ciento de ellos superan al mercado.

Desde la consultora internacional creen que “ahora es el momento de que los titulares de la industria se embarquen en estrategias de creación de negocios”, ya que la industria ha llegado a un punto de inflexión que fomenta el crecimiento debido a los cambios acelerados en el ecosistema que se han producido en los últimos años. La innovación de la conducción autónoma, mejoras de conectividad, avances en movilidad compartida y esfuerzos de descarbonización de flotas son algunos de los temas con más oportunidad de crecimiento en la industria automotriz que se deben aprovechar.

Las empresas que forman parte de la industria automotriz tienen poco en común con las llamadas «incumbentes» (tradicionales) de antaño. Han superado los desafíos combinados de una pandemia, interrupciones en la cadena de suministro global, entornos económicos volubles, arquetipos tecnológicos cambiantes y mucho más. Tienen experiencia en la industria, una base sólida de clientes, espaldas para financiar nuevas empresas, un flujo de efectivo que proporciona capital de trabajo y son expertos en la materia.

La construcción de negocios no es fácil

Las empresas más tradicionales que conocen desde hace mucho tiempo las ventajas y desventajas del mercado automotor podrían tener una ventaja respecto de las startups y emergentes, aunque esto no es necesariamente de esta manera. Según el informe, muchas de estas compañías no lograrán construir nuevos negocios exitosos que se escalen por varias razones clave, como fallar en explotar las fortalezas comerciales centrales en la nueva empresa, fallar en asegurar el capital o talento necesarios y cortar el éxito a largo plazo para capturar la rentabilidad a corto plazo.

Lo bueno es que existen medidas para remediar esta situación, a las que McKinsey llama “las cinco B”:

  • Breakout: generar y priorizar nuevas ideas de negocio.
  • Blueprint: definir el producto mínimo viable (MVP) y la hoja de ruta.
  • Build: construir y llevar el MVP al mercado.
  • Boost: hiperescalar el negocio.
  • Branch: maximizar el valor empresarial del negocio a través de las sucursales.

 

El informe se centró en las tres primeras, ya que estas son a menudo las áreas en las que los CEOs de las empresas enfrentan los desafíos más difíciles.

Breakout: Generar y priorizar nuevas ideas de negocios

Se aconseja utilizar la estrategia general de la empresa para explorar el espacio de la ‘idea’, aprovechando las fortalezas existentes de la misma pero de una manera innovadora.

Eso implica dedicar tiempo a comprender las necesidades no satisfechas de los clientes en el mercado. Adoptar un enfoque centrado en el cliente desde el principio para identificar dónde hay necesidades no satisfechas en los mercados y temas identificados.

A su vez, se insta a priorizar en la intersección de deseo/necesidad, viabilidad y factibilidad. Los negocios más exitosos se encuentran en la intersección de tres espacios separados pero interrelacionados: deseo/necesidad (¿resuelve una necesidad apremiante de los clientes?), viabilidad (¿el espacio de oportunidad es lo suficientemente grande como para entregar esa propuesta de valor y que sea rentable?) y factibilidad (¿puede tener éxito en la y ejecución?).

Blueprint: definición del MVP y la hoja de ruta

Una vez que el ejecutivo ha priorizado un concepto de negocio, necesita planificar rápida e iterativamente cómo construir, medir y aprender para dar vida a la visión del producto.

Para ello, se debe definir y priorizar los segmentos de clientes, para luego entenderlos profundamente. Establecer el enfoque y la atención para un segmento específico de la base de clientes es fundamental para crear la capacidad de profundizar en la comprensión real de la propuesta de valor objetivo, el conjunto de características y la disposición a pagar por un nuevo producto. Se debe comenzar por desarrollar una comprensión clara de cómo se dividen los segmentos de clientes y dónde es más fuerte la intersección de deseo/necesidad, viabilidad y factibilidad.

Se debe trabajar hacia atrás desde la visión hasta un primer MVP. La velocidad de comercialización es primordial para poner los productos en manos de clientes reales y acelerar la iteración y el ciclo de retroalimentación, y es la mejor manera de determinar la planificación y el desarrollo. Eso implica escalar las operaciones y la tecnología para que se ajusten a la hoja de ruta del producto.

Construir: llevar el MVP al mercado

Una vez que la empresa ha definido el MVP y su plan de implementación, es hora de construir y lanzar el negocio. Para ello, se deben establecer nuevas formas de trabajar, mezclar talento existente y traer nuevos talentos de fuera de la empresa también ayuda a inyectar nueva energía y establecer una nueva identidad/cultura para el equipo. Atraer y retener este nuevo talento requerirá nuevas formas de contratación y una nueva propuesta de valor para los empleados.

A su vez, se debe construir junto a los futuros clientes. Contactar a uno o dos clientes para desarrollar conjuntamente la primera versión del producto es una excelente manera de asegurarse de que no está construyendo en el vacío y que la idea es interesante o no.

Este informe de McKinsey realizó un punteo detallado de cuáles son las mejores formas de innovar para las empresas, proponiendo nuevas ideas y aprendiendo de las compañías emergentes que están compitiendo a la par de las tradicionales.

«Actuar durante estos tiempos turbulentos podría generar grandes ganancias y podría ser la diferencia entre simplemente sobrevivir a la recesión o prosperar más allá de ella», cierra el estudio.