La prestigiosa universidad estadounidense, junto con el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) premiaron a los proyectos más innovadores de América Latina en el marco de «100K Latam», una competencia que busca incentivar el desarrollo de proyectos innovadores, con base tecnológica y que apunten a resolver problemas en diferentes ámbitos. Se trata de la primera edición de este evento en la región.
Se presentaron 831 proyectos de 19 países de Latinoamérica, de los cuales 15 resultaron finalistas, y el martes 23/10 se eligieron los ganadores en tres categorías diferentes, según el nivel de desarrollo de la iniciativa. Los proyectos fueron evaluados por un jurado de académicos, emprendedores y referentes de la industria, informó Infobae.
Dos proyectos argentinos y uno peruano fueron los ganadores de la competencia, que otorgó USD 100 mil entre los 15 finalistas: 1° Sigmind, es una App para ayudar en los diagnósticos psiquiátricos; 2°WeBio, especializada en bioimpresión con fines médicos; y 3°qAIRa, ofrece soluciones de monitoreo ambiental con drones.
Sigmind nació, hace algunos años, de la mano de investigadores del CONICET y especialistas en computación.
Es una aplicación que combina neurociencia con inteligencia artificial para analizar el discurso de los pacientes. Analiza métricas que ayudan a los psiquiatras durante el diagnóstico», explica a Infobae Raúl Echegoyen, que se sumó a esta iniciativa con el fin de desarrollar una estrategia de negocios.
WeBio es una startup de bioimpresión, que es impresión 3D con células humanas
Nuestro objetivo es imprimir tejidos humanos que puedan ayudar a las farmacéuticas a ensayar sus drogas en el tejido humano bioimpreso para mejorar los resultados de ensayos preclínicos, sin poner en riesgo la salud del paciente», analizó Nicolas Berenfeld, un jóven belga y ya lleva 8 años viviendo en la Argentina.
qAIRa es una solución basada en drones, en conjunto con Hangares qBOX (módulos móviles) y Módulos qHAWAX (módulos estáticos) para hacer un monitoreo continuo de calidad del aire. Los datos que recopilan los drones se envían por 4G y son procesados por un software que, al igual que el hardware, fue desarrollado por la empresa.
Los equipos tienen sensores que miden gases como monóxido de carbono, dióxido de carbono, dióxido de azufre, etc.; y polvo. En conjunto con variables climáticas sirven para calcular las concentraciones de esos elementos. Y los equipamos para que puedan trabajar de manera autónoma», detalló Mónica Abarca, ingeniera megatrónica y una de las creadoras de qAIRa.
Fuente fotografía: Infobae.