De acuerdo con lo previsto por MAPFRE Economics, el Servicio de Estudios de MAPFRE, en su último informe «Panorama económico y sectorial 2024: perspectivas hacia el segundo semestre», se espera un crecimiento de la economía global del 3% para 2024 y del 2,9% para 2025. Una economía que permanece en una desacelaración, aunque logra mantenerse en crecimiento debido a que las tasas de inflación han descendido en los últimos meses.
En el caso de Latinoamérica, este mismo informe pronostica que hacia finales de 2024 habrá un crecimiento de un 1,3% y que aumentará al 2,1% en 2025. Por este motivo, es de vital importancia descubrir nuevos métodos para dinamizar el crecimiento, sobre todo teniendo en cuenta el potencial de desarrollo de la región latinoamericana.
«Lo que estamos viendo en todo el mundo es una reducción en la inversión en venture capital global desde 2022 fruto de la desaceleración en la que se encuentra la economía», sostuvo Carlos Cendra, Scouting & Investment Lead en MAPFRE Open Innovation. «Como consecuencia, la inversión de capital riesgo en Latinoamérica también ha decrecido, y el mercado específico de la insurtech no es ajeno a ello. Si bien los organismos públicos y los espacios de colaboración público-privada están intentando incentivar la financiación, la realidad es que los inversores miran cada vez con más detalle dónde poner el foco, y eso se está reflejando en los últimos datos del sector», agregó.
Más insurtech, pero con menos financiamiento
Según el informe «Latam Insurtech Journey», a julio de 2024 Latinoamérica tiene 498 insurtech, un 7% del ecosistema insurtech a nivel mundial y menos del 1% del total de su financiación. Estas casi 500 startups representan un crecimiento del 6% en el último año.
En el primer semestre de 2024, las startups contaron con una inversión de 26 millones de dólares, un 78% menos que en el mismo período de 2023. Entre julio de 2023 y julio de 2024, el monto invertido fue de 43 millones de dólares. Esto evidencia el presupuesto más bajo de la historia.
«No podemos negar que el contexto es complejo y la inversión, baja. No obstante, también hay que tener en cuenta que no estamos viendo nada que no ocurra en el sector del venture capital en general y que todas las rondas de financiación no se hacen públicas, por lo que la fotografía real de aquí a final de año puede no ser tan negativa. Hay que esperar», comentó Carlos Cendra. «2024 está siendo un año retador para el ecosistema latinoamericano, pero todavía hay motivos para mantener la esperanza y continuar apostando por la región», expresó.
A su vez, el experto de MAPFRE Open Innovation resaltó que «el ecosistema es resiliente y los emprendedores continúan buscando nuevas fórmulas, modelos y negocios que revitalicen el sector. América Latina tiene grandes posibilidades, más en un momento en que la brecha aseguradora se está reduciendo poco a poco y los nuevos actores tienen claro el potencial».
En la región, Brasil (203), Chile (72) y Colombia (67) son los países con mayor número de insurtech y la zona del Pacífico es la de mayor crecimiento porcentual, en la que se distinguen Centroamérica (69%), Ecuador (35%), Colombia (24%) y Perú (23%).
Asimismo, Perú (63%), Ecuador (48%), Colombia (43%) y México (31%) son los países de Latinoamérica que atraen más insurtech extranjeras.
En este sentido, Carlos Cendra señaló que «si atendemos a los datos del informe ‘Latam Insurtech Journey’, éste indica que el 92% de las startups que no sobreviven son aquellas de carácter local. Unido al crecimiento de los actores multilatinos, una tendencia clara que estamos viendo es que el operar en más de un país es crítico para la supervivencia de los negocios, tanto en término de operaciones y ventas, como para posicionarse como una insurtech atractiva de cara a los inversores».
«Habla muy bien del emprendedor latinoamericano que, pese a la baja inversión, el ecosistema siga apostando fuerte por la creación y el impulso de nuevas startups para ayudar a crecer al sector, potenciando la reducción de la brecha aseguradora. América Latina es extremadamente resiliente y una región muy atractiva para los inversores, tanto locales como internacionales. Tendremos que monitorizar de cerca los próximos meses, pues si la inversión en venture capital no crece, de continuar así, 2025 se presentará como un año muy difícil y con una alta tasa de mortalidad en la industria», concluyó Cendra.
Fuente: artículo de Ángela Puga García para MAPFRE.