La nacionalización de la compañía de seguros estadounidense AIG durante la crisis financiera de 2008 para salvarla de la quiebra fue «ilegal», pero sus accionistas no tienen derecho a recibir una compensación por la misma. La decisión fue tomada el 15/06/2015 por un juez de Estados Unidos, tal como figura en una nota del portal web iProfesional.
Nada permitía a la Reserva Federal (Fed) tomar el control de un grupo privado o conducir sus actividades como si el Gobierno fuera su propietario», indicó el juez Thomas Wheeler quien de todas formas no le dio la razón a Maurice Greenberg.
Maurice Greenberg, es el exdirector ejecutivo de AIG quien, junto a otros accionistas, reclamaban miles de millones de dólares por daños e intereses.
Según el juez, los accionistas no fueron afectados por la operación que, finalmente, permitió a la aseguradora recuperarse y evitar una bancarrota.