La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 15 de noviembre como el Día Mundial Sin Alcohol para promover la responsabilidad de las personas, sobre todo de los jóvenes. En ese contexto, el múltiple campeón de motociclismo y Embajador Vial de ATM Seguros ofreció un mensaje de concientización, a la vez que fue vehemente al señalar que “el consumo de alcohol en la conducción mata”.
Según datos de la Asociación Civil Luchemos por la Vida, más del 50% de muertes en accidentes viales son por el consumo de bebidas alcohólicas. Esa es una de las principales causas de los accidentes vehiculares que se producen por manejar con más del valor permitido en sangre. Su consumo se incrementa en despedidas, reuniones y fiestas típicas de fin de año.
En nuestro país, en 2019, fueron 6.627 las víctimas fatales en siniestros viales y desde la organización civil afirman que el alcohol al volante está presente en 1 de cada 2 accidentes de tránsito en el mundo. En ese sentido, vale recordar que el límite máximo es de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre para conductores de automóviles, 0,2 gramos para motociclistas y 0 gramos para conductores profesionales.
Teniendo en cuenta las alarmantes cifras, el múltiple campeón de motociclismo y embajador de Seguridad Vial de ATM Seguros, Sebastián Porto, aseguró: “El alcohol en la conducción mata, porque afecta al sistema nervioso central, generando sueño y cansancio, pérdida de reflejos, visión borrosa y dificultad para calcular la distancia y la velocidad de los demás vehículos”.
El campeón realizó una serie de consejos a los jóvenes: “Cuando salgan a reunirse con amigos, ahora que de a poco se puede, designen a un miembro del grupo para que no consuma alcohol y pueda conducir en condiciones óptimas”.
Por otro lado, Daniel Giglio, presidente de ATM Seguros, se sumó a la campaña al advertir: “El consumo de alcohol al volante debe ser sancionado con penas rigurosas. Es necesario subrayar el valor de la educación vial como eje fundamental para tratar de eliminar definitivamente las prácticas perjudiciales que conllevan altos costos: desde ya las pérdidas humanas, pero también las materiales y la sobrecarga en el sistema de salud que en esta época debemos cuidar”.