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Cuál es el futuro de los sectores productivos de Argentina y su evolución hacia 2030

Foto: Getty Images

Durante todo el 2020 la pandemia  impactó en todas las economías del mundo. Las medidas sanitarias llevaron a la suspensión de actividades que derivaron en una gran crisis mundial y el PIB global cayó 3,3% en relación al año anterior. En los últimos meses las repercusiones negativas del Covid-19 fueron quedando atrás, pero todavía quedan secuelas que plantean complejos desafíos a nivel económico y social.

En este complejo escenario cabe preguntarnos cuál es el futuro de los sectores productivos de Argentina y su evolución en los próximos años. BBVA Research elaboró un informe para analizar  cómo los sectores productivos locales se han visto afectados por la crisis del COVID-19 y los desafíos de largo plazo planteados a nivel local y global. Tres de los factores que se vislumbran como los más revolucionarios serán el cambio climático, el envejecimiento poblacional y la digitalización.

Según el reporte, la Argentina tendrá un rebalanceo de la participación relativa de sus sectores productivos hacia 2030. También aparecen ciertas reformas estructurales pendientes en la economía argentina, necesarias para pensar en una reconfiguración del PIB y que tienen que ver con los desafíos en el sector agropecuario sobre cuestiones de desarrollo sostenible y productividad, la potencialidad de los sectores minero y energético, oportunidades para el avance de la construcción y sus industrias conexas, el poder de las ventas digitales, las posibilidades que ofrece el país en materia turística y de experiencias culturales, las bondades de la digitalización. 

Desde BBVA, prevén que Argentina tendrá un rebalanceo de la participación relativa de sus sectores productivos, en función de los tres factores revolucionarios como el cambio climático, el envejecimiento poblacional y la digitalización,  sumados a las particularidades de la economía local.

Las perspectivas del  sector agrícola

  • El cambio climático y las nuevas condiciones comerciales, políticas y sociales que se van gestando alrededor de un desarrollo sostenible presionarán sobre la productividad.
  • Los cambios demográficos a nivel local y global, la modificación en los hábitos alimenticios hacia productos más orgánicos y menos procesados, el incremento de la presión sobre los recursos naturales disponibles, el deterioro medioambiental que provoca la actividad, la degradación de los suelos, la disminución de la disponibilidad del agua, el avance de la tecnología en el campo, entre otros. 
  • El futuro de la agricultura exige de los productores una innovación tecnológica permanente para lograr cosechas mayores y de mejor calidad de forma sostenible. 
  • Presión para aumentar la productividad del campo contrasta con los problemas que genera en el ambiente.
  • El impacto sobre los ecosistemas pone en peligro el futuro de la agricultura, si el sector no se actualiza e innova permanentemente. 

«Una de las cosas por las que se destaca el país es por la infraestructura agrícola que permite responder a las crecientes demandas globales de alimentos e insumos, y además, la amplia gama de suelos y climas permiten una variada producción de cultivos», remarcan desde BBVA Research. 

Las perspectivas del sector minero y energético

Habrá un mayor peso del sector minero y energético, ya que el país se encuentra con un potencial aún no plenamente explotado. De acuerdo al Ministerio de Desarrollo Productivo, existen 17 proyectos en estudio y 20 depósitos en etapa inicial que suman 93 millones de toneladas de litio, fundamental en el proceso de transición hacia matrices energéticas limpias, ubicando así al país en el podio de recursos de litio a nivel mundial.

Las perspectivas del e-commerce

De acuerdo al reporte, el fuerte crecimiento del e-commerce está potenciando la capacidad de venta en los diferentes rubros. Si bien la irrupción del COVID-19 precipitó una tendencia que se venía dando de forma paulatina, la evolución de las compras a través de medios digitales se ha mantenido de forma sostenida en los casi dos años de pandemia y se espera que se consolide por los beneficios atractivos que posee. 

Las perspectivas del sector turístico 

El turismo y sus actividades conexas tendrán su repunte también. Debido a la pandemia, estos sectores se desplomaron a nivel mundial, y Argentina resultó igual de perjudicada. Si bien ha habido una recuperación durante 2021, gran parte de ella se debió a consumo turístico “reprimido”,  por viajes cancelados en 2020 y reprogramados, o por saldos a favor de los consumidores que adquirieron paquetes turísticos bajo el programa oficial “Pre-viaje”, y se encuentra muy lejos de los niveles pre-pandemia. Se espera que, superada la etapa COVID-19, haya una liberación de la demanda de viajes contenida que llevará a un progresivo fortalecimiento del sector, pero probablemente con cambios que se han evidenciado en los períodos de apertura “controlada” de la economía. 

Las perspectivas de las actividades profesionales, científicas y técnicas 

Según el informe, el sector de actividades profesionales, científicas y técnicas experimentará una suba en su participación relativa respecto del PIB argentino hacia 2030. En términos generales, se trata de uno de los conjuntos que menos perjudicados resultaron por la pandemia en los momentos más estrictos del confinamiento. 

Perspectivas para el sector estatal

El mismo se enfrenta desde hace largo tiempo ante la necesidad de reducir su tamaño. En particular, el empleo público tendría que revertir su alza y dejar de ser una válvula de escape para la mano de obra que el sector privado es incapaz de absorber en situaciones de recesión y depresión económicas. 

BBVA Research considera que hay diversos factores que serán decisivos para el futuro de los sectores en Argentina. La transformación digital continuará avanzando e irá permeando más en los distintos rincones de la economía, y se combinará con otras circunstancias de carácter estructural, como el cambio demográfico, la globalización de personas, bienes y servicios, y la necesidad de una mayor calidad institucionalidad. Todo ello en línea con el logro de un desarrollo equilibrado desde el punto de vista social, económico y medioambiental. 

«Desde BBVA, prevemos que Argentina tendrá un rebalanceo de la participación relativa de sus sectores productivos hacia 2030», concluyen.